
Lo primero que puede pensar el lector es “¿qué hace una página de espalda hablando de la artrosis de cadera?”. Hay un motivo importante que iréis entendiendo según avanzamos. De paso hablaremos un poco de esta lesión frecuente, sobre todo en varones.
La artrosis de cadera es un desgaste de la articulación de la cadera, independientemente de la causa, que va limitando sus capacidades. La artrosis en la cadera puede provocar dolor y/o limitación de la movilidad. Cuando los médicos hablamos de cadera nos referimos a la articulación que existe entre la pelvis y el fémur. En general, la gente suele asociar la palabra “caderas” a la zona de la cintura. Con cadera, los médicos nos referimos a otra región muy distinta, la articulación.
El dolor que tiene su origen en la articulación de la cadera solemos notarlo en la zona inguinal y se puede irradiar por la cara anterior del muslo. Cuando el dolor no está muy definido se podría confundir con la irradiación de una lesión en la columna. Ocurre cuando nos hemos hecho una resonancia magnética que muestra lesiones como hernias discales. Si nuestro médico se fía demasiado de la resonancia magnética puede caer en el error de pensar que nuestro dolor viene de la espalda.
Habitualmente no es difícil diferenciar la artrosis de cadera de una lesión lumbar. El factor de confusión viene cuando ambas produce una irradiación por la zona inguinal y el muslo. En la mayoría de los casos vamos a poder diferenciarlo mediante una exploración en la consulta.Eso no quita que en ocasiones sea complicado el diagnóstico. En este caso corremos el riesgo de ser operados de la espalda innecesariamente. No vamos a mejorar porque el dolor viene de la cadera. Si hay dudas, una radiografía simple de cadera será de mucha ayuda.
Y si se trata de una artrosis de cadera ¿cuál es la solución a mi dolor?
En la artrosis de cadera hay una solución muy efectiva pero que tiene muchos “peros”. Es la prótesis de cadera. Se trata de una cirugía mayor donde nos sustituyen nuestra articulación por una de fábrica. Al quitar las partes móviles que provocaban el dolor, lo normal es notar un alivio inmediato. Entonces ¿qué problemas tiene esta intervención?
Lo primero es que se trata de una cirugía dura para nuestro cuerpo donde perderemos sangre y necesitaremos tiempo de recuperación. Se tienen que dar ciertas circunstancias de salud para podernos someter a ella. Es este sentido, no nos vamos a operar por un dolor leve de cadera lógicamente. A día de hoy no existen soluciones quirúrgicas buenas para los dolores más leves de cadera. Tenemos esta opción extrema pero efectiva para las dolencias más importantes.
Hay otro motivo para no operar lesiones más leves. Las prótesis no duran para siempre. La edad en este sentido es otro factor a tener en cuenta. Una persona joven de 45 años por ejemplo, sabe que se tendrá que reoperar por lo menos dos veces a lo largo de su vida, considerando la esperanza de vida actual.
La artrosis de cadera, cuando es suficientemente avanzada y comienza a doler, se convierte en una lesión muy molesta y que no cede. Así como en la artrosis de rodilla podemos tener lesiones muy avanzadas y no tener dolor, esto no suele ser así en la artrosis de cadera. En lesiones más leves que comienzan a doler, podrá remitir el dolor una vez pasada la fase inflamatoria, siempre que aprendamos ciertas precauciones y ayudándonos en ocasiones de algunos tratamientos médicos y de rehabilitación.