
Es fácil entender que si nos damos un golpe en la rodilla nos va a doler y se puede inflamar. En el caso de la columna, si hemos hecho una mudanza llevando muebles de un sitio a otro y se nos contractura toda la espalda, parece que hemos debido sobrecargar. La causa está clara en estos dos planteamientos. Descansando unos días y con poco más, estaremos bien. En ocasiones la causa está en un plano más complejo, en una vida que no te conviene. El cerebro nos habla y nos avisa, solo tenemos que escucharle.
La función que tiene el cerebro no es otra que mantenerte vivo. Le gusta conservar energías para gastarlas cuando tenga que solucionar un problema vital para ti. En muchos posts comento circunstancias como el sueño o el estrés y su influencia en la salud de la espalda. Voy a utilizar esto a modo de ejemplo. Tu cerebro quiere que tu duermas para estar bien. Si no le haces caso y te quitas horas de sueño, te dará dolor de cabeza y contracturas en el cuello por ejemplo. Te está mandando señales de que no lo estas haciendo bien. Tu cerebro quiere que estés descansado, no le importa la serie que sigues en la televisión o el libro que te quieres terminar y que te hace acostarte tarde. Si continúas ignorando a tu cerebro y quitándole horas al sueño, vendrán problemas más graves. Se produce un estrés crónico que provoca enfermedades que pueden ser incluso mortales como pueda ser un infarto cardíaco.
El cerebro te habla porque te quiere vivo pero muchas veces no queremos escuchar. Vamos al médico para que nos solucione el dolor de cabeza y que nos solucione nuestras contracturas. Es fácil entender que se aliviarán con medicamentos pero no se quitarán mientras sigas haciendo lo que no te conviene. Me viene a la mente una entrevista que vi hace muchos años del artista, ya fallecido, Kurt Cobain que era el líder de una banda de música llamada Nirvana. En dicha entrevista le preguntaban por los dolores crónicos de estómago que padecía. Kurt comentaba que había ido a muchos médicos y que no servían para nada, que no le daban el tratamiento adecuado y que había pasado años retorciéndose de dolor. Finalmente comentó que habían dado con la pastilla que le iba bien y que ya no tenía dolor. Durante la entrevista de unos 15 minutos se fumó unos 7 cigarros. Sólo la imagen ya hablaba por si sola. El tabaco aumenta las posibilidades de sufrir problemas a nivel del estómago además de reflujo. Entre otras cosas el tabaco disminuye la salivación y disminuye la presión del esfínter esofágico inferior (el esfínter que impide el reflujo de contenido del estómago al esófago). Además de esto, no hace falta decir el estrés emocional que sufría y que ya era adicto a la heroina y al alcohol por aquella época.
Este ejemplo lo pongo para que veáis como no escuchamos a nuestro cerebro. Para seguir haciendo lo que no nos conviene, nos engañamos y buscamos culpables fuera de nosotros. El mayor problema de la mayoría de las personas es no afrontar la realidad. Nos ocultamos la verdad y nos engañamos para no enfrentarnos a cosas que pensamos que no podemos superar. Para la mayoría de los problemas de la vida, la solución está en nosotros. Si somos realistas y honestos con nosotros, sólo quedan dos actitudes. Podemos ser consecuentes con nuestras actitudes y aceptar la situación o hacer algo por cambiarla. Mientras pongamos excusas para justificar todo, no cambiara nada.