
Doctor, ¿por qué después de sentarme en el sofá tengo dolor de cuello?
Los sofás en muchas ocasiones son verdaderos enemigos de la espalda y el cuello. A veces la culpa es del diseño del propio sofá y en otras del uso que hacemos de ellos. Hoy os voy a contar la parte que afecta a la columna cervical, centrándome en los detalles que causan dolor de cuello. Enseguida lo vais a entender.
Como la evolución ha construido nuestro cuello
Para comprender los motivos de que algunas posturas sean perjudiciales en nuestro sofá nos tenemos que remontar a nuestros antepasados que caminaban a cuatro patas. En la evolución procedemos de estas especies que originalmente caminaban con las cuatro extremidades. Esto provocaba que la postura del cuello no fuera vertical como la nuestra sino más bien horizontal. Esto tiene implicación en cómo se ha desarrollado nuestra anatomía. La musculatura potente del cuello está en la región posterior del cuello. Y no sólo es más potente sino que también está pegada a cada vértebra dándole una mayor estabilidad. Esto es por la sencilla razón de que estos músculos tenían que sujetar la cabeza en contra de la gravedad. La gravedad empujaba la cabeza hacia el suelo y los músculos potentes de la parte posterior lo sujetaban para que eso no ocurriera y pudiesen mirar hacia adelante.
Visto de otra manera, estos animales no necesitaban músculos muy elaborados para llevar la cabeza hacia adelante porque el efecto de la gravedad ya hacía este trabajo. Sin embargo, para poder sujetar la cabeza y poder mirar hacia arriba se necesitaban potentes músculos que han evolucionado hasta nuestra especie.
Como afecta esto al dolor de cuello en el sofá
Los humanos, al caminar erguidos, han provocado algunos cambios en la evolución pero no muchos. En lo fundamental seguimos siendo muy parecidos a nuestros antepasados pero nuestros hábitos tan diferentes nos han llevado a tener dolor en el cuello. Los músculos posteriores del cuello se han hecho menos potentes pero continúan siendo los principales músculos del cuello y continúa sin haber una musculatura anterior competente.
Esta musculatura anterior no es competente por dos motivos:
– Primero porque no tiene ni de lejos la potencia de la musculatura posterior y
– segundo, e igual de importante, los músculos más grandes de la parte anterior no están pegados a cada vértebra, es decir, realizan una palanca mas errática.
En la zona posterior los músculos saltan de vértebra en vértebra estabilizando toda la columna cervical cuando se contraen. Cuando se contrae la musculatura anterior ocurre todo lo contrario, se genera un fenómeno de arrastre que no estabiliza y puede dañar las diferentes articulaciones presentes en las vértebras.
¿Y esto que tiene que ver con mi sofá? Fijaos bien en la foto que acompaña al post. Cuando nos sentamos en un sofá la espalda queda inclinada hacia atrás y por lo tanto la cabeza necesita de los músculos anteriores para no caerse hacia atrás. Como hemos comentado, estos músculos no son los adecuados para estabilizar el cuello y se va a producir un daño si nos mantenemos en esta postura. Las dos personas de la foto a pesar de lo felices que se les ve, probablemente una hora más tarde tuvieron que tomarse un paracetamol por el dolor de cuello y no sería raro que alguno de ellos desarrolle un dolor crónico cervical debido a sus malos hábitos.
Ya sabemos la postura que es mala pero entonces ¿cómo me siento?. Sencillamente sólo hay dos maneras correctas. Si el respaldo está erguido y el cuello está equilibrado y no tiene que esforzarse para mantenerse hacia adelante, entonces no tendremos problema. La otra posibilidad es tener un adecuado apoyo cervical de tal manera que el cuello y la cabeza descansen en una adecuada postura sin tener que contraer la musculatura.
Espero que os haya servido, ¡cuidado con las siestas!