
Podemos pensar que las lesiones lumbares relacionadas con el trabajo se producen en las personas que manejan cargas pesadas; pero ni mucho menos es el único mecanismo por el que nos podemos hacer daño. Las profesiones que requieren posturas mantenidas, sobre todo estando de pie, también tienen un alto riesgo de producir lumbalgias. El cirujano es uno de los profesionales con este problema.
Estar de pie mucho tiempo seguido va a poner la espalda en riesgo. Si este es nuestro caso será muy importante ser escrupuloso con la higiene postural. Los riesgos van a depender de la especialidad del cirujano y lo que duren sus cirugías. Algunos tipo de intervención, como por ejemplo una intervención en la columna vertebral o un transplante, puede durar muchas horas.
¿Qué debe hacer el cirujano para evitar lesiones de espalda? Lo primero es cuidar cómo realiza el trabajo. Hay algunas reglas básicas.
– La altura a la que está la camilla del paciente.
Si la camilla está muy baja nos obligará a inclinarnos hacia adelante flexionando la columna lumbar. Flexionar la columna lumbar va a incrementar de forma peligrosa la presión sobre los discos intervertebrales de la zona baja de la espalda además de demandar más esfuerzo a la musculatura extensora, que se cansará antes.
Si la camilla está muy alta vamos a trabajar con codos separados del cuerpo, con los hombros en flexión. Esto provoca a corto-medio plazo lesiones cervicales y en el hombro, principalmente, además de mayor riesgo de epicondilitis (codo de tenista). Pero no solo eso, tener los brazos estirados hacia adelante va a provocar que el centro de gravedad de nuestro cuerpo se desplace hacia adelante. Esto viene a ser lo mismo que si estuviéramos inclinados hacia adelante, la presión de los discos y el esfuerzo que tiene que hacer la musculatura aumentará.
– Debemos pegarnos a la camilla del paciente. De esta forma evitaremos tener que separar los codos del cuerpo en exceso, al tener todo más cerca.
– Si podemos estar sentados a ratos en una banqueta o similar, mejor que mejor. Las lesiones de espalda ocurren sobre todo cuando la musculatura extensora está cansada. Después de mucho tiempo de pie, los músculos estarán cansados y un mal gesto o una lesión previa que se irrite nos provocará dolor.
– En ocasiones no nos quedará más remedio que permanecer mucho tiempo seguido de pie. Hay algunos gestos que nos pueden ayudar a aguantar más tiempo sin riesgo de dañar la espalda. Si tenemos una banqueta o similar sobre el que apoyar un pie podemos ir alternando subir un pie unos minutos y después el otro. Cuando tenemos un pie en alto apoyado sobre una banqueta se produce una asimetría en la musculatura lumbar que hace que descansen los músculos extensores de un lado y quita tensión en el psoas del que apoyamos. También podemos aprender una maniobra llamada “anteversión pélvica” aunque no es fácil y requiere entrenamiento. En futuros posts lo explicaremos y pondremos un vídeo en la sección de ejercicios de la página.
Las recomendaciones posturales son lo más importante pero no podemos perder de vista que hay muchos otros factores sobre los que podemos actuar, como son: la forma física, la alimentación, dormir las horas de sueño necesarias, el tabaco y el estrés. Ya no solo para la espalda, sino para sentirnos bien y poder llevar la vida que queremos.