
Las fracturas en las vértebras cervicales asustan mucho, como es lógico, pero no siempre son inestables, peligrosas o que necesitan cirugía. Hoy quiero comentar la fractura de la apófisis espinosa. Lo primero que se puede venir a la mente es ¿qué es eso de la apófisis espinosa? Uno de los salientes de la vértebra, el que sobresale hacia atrás, se llama apófisis espinosa. Si nos fijamos en la foto inicial del post vemos las vértebras cervicales y en la parte posterior están las apófisis espinosas señaladas con flechas. Esta apófisis es la que sobresale en la espalda y que podemos notar cuando nos tocamos. Cada vértebra tiene una apófisis espinosa, por eso podemos notar pequeños bultos a lo largo de toda la columna. Cuanto más delgado más se notan.
La fractura de apófisis espinosa cervical puede ser aislada o que haya fracturas en otras zonas de la columna cervical. Lo habitual es que sea una fractura más en el contexto de una situación grave con más lesiones. Aún así es una lesión que se ve poco y todavía es más raro que la fractura se presente de forma aislada, es decir, sin lesiones asociadas.
Fractura aislada de la apófisis espinosa
La fractura aislada de la apófisis espinosa es una lesión que se produce típicamente en la séptima vértebra cervical, aunque se puede ver tanto en las últimas vértebras cervicales como en las primeras dorsales. Una causa típica es la fractura tras un esfuerzo brusco en donde la musculatura tracciona del hueso y arranca un pequeño trozo (en trabajos pesados). Otras causa puede ser un traumatismo, como un accidente de coche o típicamente un golpe directo haciendo deporte, por ejemplo.
¿Es estable la fractura de la apófisis espinosa? ¿Cómo lo sabemos?
Si la fractura afecta a la apófisis sin acercase a la base donde forma parte del anillo central que rodea la médula y no hay lesiones asociadas, es una fractura estable. Si la lesión es estable significa que no necesita una estabilización quirúrgica y no dará complicaciones graves.
Una cosa a tener en cuenta es que estas fracturas muchas veces no vienen solas y es importante estar seguros de que no hay otras lesiones asociadas. Como hemos comentado antes es muy habitual que sean parte de una lesión más grave. Por esto es muy probable que, tras detectar la lesión en la radiografía, nos hagan una prueba más detallada como es el TAC (scanner). Esto será obligado si hay un traumatismo de alta energía, ante importante dolor o limitación articular o si hay afectación neurológica.
El TAC detectará muy bien si hay otras fracturas pero puede no detectar una lesión en el disco o en los ligamentos. Podemos llegar a tener una fractura aislada de la apófisis espinosa y que aún así sea una lesión inestable con riesgo de ser muy grave. Esto puede ocurrir si se rompen los ligamentos de un segmento vertebral. La única manera de detectar esto de manera fiable sería realizando una resonancia magnética.
Entonces, ¿le hacemos una resonancia a todo el mundo? Volviendo a las causas que comentábamos antes, hay que valorar el mecanismo. Si tenemos una fractura tras un esfuerzo o tras recibir un golpe con una raqueta jugando al tenis, la probabilidad de una lesión ligamentosa es mínima. Sin embargo, si hemos tenido un accidente de coche con dos vueltas de campana las probabilidades son mayores y el médico tiene que tener en cuenta esta posibilidad.
¿Qué notamos con una fractura de la apófisis espinosa?
El síntoma principal que va a tener la persona que lo sufre es el dolor y la limitación de movilidad. Si no hay lesiones asociadas, habitualmente el problema es la limitación de movilidad que tenemos por el intenso dolor que produce la fractura. Esto es lo que obliga muchas veces a la movilización con un collarín.
¿Cuál es el tratamiento de una fractura de apófisis espinosa cervical?
Estas fracturas que son aisladas habitualmente se curan bien solas. El hueso se pega de nuevo, la fractura consolida y el dolor desaparece. Dependiendo del dolor y el aspecto de la fractura es posible que nuestro médico nos paute un collarín temporalmente para aliviar el dolor y dejar curar adecuadamente a la lesión.
En casos raros donde la fractura no ha consolidado y persiste un dolor importante que no cede tras meses de evolución, puede estar indicada la cirugía. La operación consistiría en retirar el fragmento fracturado.