
La mayoría de las dolencias de espalda afortunadamente se solucionan sin necesidad de una cirugía. En algunas ocasiones sin embargo es necesario pasar por quirófano. Una pregunta que recibo en ocasiones es, ¿con quién me opero? ¿neurocirujano o traumatólogo?
La cirugía de la columna requiere dedicación casi absoluta de un especialista para dominar las diferentes técnicas que se realizan. La especialidad de traumatología es muy amplia en cuanto a las lesiones y las cirugías que se practican. La mayoría de los traumatólogos están habituados a operar las fracturas y las lesiones más frecuentes como las que se producen en muñecas y tobillos por ejemplo. Sin embargo cada vez más se tiende a la especialización dentro de la propia especialidad. Hoy día hay traumatólogos que se dedican exclusivamente a hombro o mano por ejemplo. La columna en especial ha sido siempre un mundo aparte dentro de la traumatología. Están los que se dedican a columna y los demás por así decirlo. Siempre ha sido una especialización dentro de la traumatología. Esta especialidad nace del tratamiento del aparato locomotor y las lesiones de hueso y tejidos blandos.
La neurocirugía es una especialidad que empieza en el tejido nervioso. Un neurocirujano opera lesiones que afectan al sistema nervioso como puede ser un traumatismo craneal o un tumor en la médula espinal o las raíces lumbares por ejemplo. Los traumatólogos y neurocirujanos tienen una formación distinta y vienen a encontrarse en una serie de lesiones que son muy frecuentes. Las más habituales son la hernia discal y la estenosis de canal.
Si tenemos una malformación de Arnold Chiari, lo operará un neurocirujano. Si tenemos un accidente con fracturas vertebrales, habitualmente lo operará un traumatólogo, aunque hay neurocirujanos que también lo hacen. Sin embargo, una hernia discal que produce ciática o una lesión degenerativa cervical con irradiación por el brazo, la operarán ambos especialistas. Este punto de encuentro entre ambas especialidades son, además, las lesiones más frecuentes de la columna.
Ya sabemos que la formación de ambos especialistas es muy diferente. Entonces, ¿con quién me opero mi hernia discal? En las lesiones habituales que comentábamos que realizan ambas especialidades, la respuesta es que depende del cirujano. Lo importante es el cirujano que escogemos más que la especialidad de la que viene.
– Un cirujano que realiza discectomías a diario y que este es su fuerte, será adecuado si necesitamos una discectomía. Lo cuento así para que se entienda. Es mejor un cirujano que realiza una cirugía a diario que un cirujano famoso que sólo realiza ese tipo de cirugía dos veces al año.
– Hay cirujanos que se encuentran cómodos con ciertas técnicas o que simplemente las prefieren y otros realizan otras. Hay cirujanos que utilizan cajas en las artrodesis cervicales y otros que ponen injerto de cresta iliaca por ejemplo. Esto puede ser algo que nos decante por uno u otro.
– La experiencia del cirujano con una determinada técnica es un factor importante en el resultado. Cuando sale una técnica muy nueva es habitual que muy pocos la dominen. Las técnicas más clásicas suelen dominarlas más cirujanos.
En cirugías menos comunes es posible que sea más habitual un tipo de cirujano. Por ejemplo, si tenemos un tumor dentro del canal medular, el neurocirujano está más habituado a manejarse con las meninges, las capas que cubren al sistema nervioso central. Si tenemos una escoliosis, es más habitual que el especialista que lo maneje sea un traumatólogo.
Es resumen, tanto los neurocirujanos como los traumatólogos pueden ser especialistas válidos para operar nuestra columna. En algunas lesiones será mejor una de las dos especialidades. Para las lesiones más habituales tendrá más importancia la experiencia y pericia del propio cirujano más que de qué especialidad proviene.