
Los dolores de espalda en la mayoría de las ocasiones son mecánicos y encontramos signos de desgaste en las pruebas de imagen que no lo explican todo. En ocasiones, sin embargo, mucho más raramente, encontramos una causa concreta como puede ser un tumor. Hoy os voy a hablar de un tumor benigno que se puede encontrar en la columna que es el osteoma osteoide.
Este tumor es típico que lo encontremos en la segunda década de la vida, sobre todo en varones (tres veces más frecuente). La columna no es su sitio favorito pero puede aparecer aquí. Es más habitual verlo en el fémur y la tibia.
Al ser un tumor que aparece en la edad de crecimiento, es posible que lo encontremos en un paciente con escoliosis. Como norma general, la escoliosis en un niño no produce dolor significativo. Con esto me refiero a que la escoliosis no causará un dolor que limite su vida ni necesite medicación de forma habitual. Si no es así, y tenemos un dolor que no nos permite hacer deporte o nos despierta por la noche, hay que buscar la causa, porque la suele haber. Es estos casos encontramos una explicación en otra lesión añadida a la escoliosis. Una de ellas es el osteoma osteoide.
¿Qué síntomas produce el osteoma osteoide?
El principal síntoma que produce el osteoma osteoide es el dolor. Es un dolor que aumenta progresivamente independientemente de la actividad que realicemos. Típicamente el dolor puede ser peor por la noche. El resto de síntomas depende de dónde está el tumor. En la espalda produce limitación de la movilidad por dolor y la contractura de los músculos de alrededor. En ocasiones el tumor puede comprimir otras estructuras como puede ser una raíz nerviosa y dar otro tipo de síntomas añadidos como puede ser una ciática. Si el tumor está en el fémur o la tibia produce dolor en esta zona con inflamación, cojera e incluso deformidad en la zona del hueso que duele.
Hay un detalle que es muy característico de este tumor y es que el dolor se alivia con aspirina al rato de haberla tomado. También sirven otros antiinflamatorios. Esto ocurre porque la aspirina y los antiinflamatorios inhiben las prostaglandinas. Las prostaglandinas son sustancias con diversas funciones en nuestro organismo y que participan en los procesos inflamatorios. En el centro de este tumor (nidus) se producen altos niveles de prostaglandinas. Este efecto es uno de los detalles que nos orientan al diagnóstico.
¿Cómo se realiza el diagnóstico de osteoma osteoide?
El diagnóstico se realiza con pruebas de imagen en un paciente que presenta los síntomas sugerentes de tener esta lesión. La radiografía simple puede darnos el diagnóstico en muchos casos, aunque no siempre. El TAC (scanner) es la mejor manera de verlo, sobre todo en la columna, donde puede pasar desapercibido en las radiografías con mayor frecuencia. También se verá en la resonancia magnética.
Es importante diferenciarlo de un tumor también benigno que se le parece mucho que es el osteoblastoma. Este tumor, aunque es benigno, tiende a crecer y si no actuamos sobre él puede acabar produciendo daño neurológico. El osteoma osteoide no crece y rara vez mide más de centímetro y medio.
¿Cuál es el tratamiento del osteoma osteoide?
De cara a buscar el mejor tratamiento hay que tener en cuenta que el osteoma osteoide se resuelve solo, sin tratamiento, tras varios años. Debido a esto, si se tolera bien y controlamos el dolor con medicación, una buena opción es dejarlo en paz y no hacer nada invasivo.
En ocasiones el dolor limitará la vida del que lo padece. Es estos casos se puede plantear una solución con cirugía. La operación buscaría extirpar sobre todo la zona del tumor que produce las prostaglandinas (el nidus). Con esto quitamos el dolor. El problema de la cirugía es que debilitas al hueso al extirpar el tumor e incluso puede no ser posible si hay estructuras vitales cerca del osteoma osteoide. En la columna generalmente se opta por la cirugía cuando hay complicaciones neurológicas y no solo un problema de dolor.
Hay opciones intermedias cuando el tumor se encuentra en zonas delicadas con estructuras vitales a su alrededor. Se puede realizar radiofrecuencia en el nidus. Esto se realiza pinchando con una aguja que se lleva hasta el núcleo del tumor. La radiofrecuencia destruye el tumor mediante calor. Esta técnica puede destruir algo de hueso de alrededor por lo que hay que tener cuidado sobre todo el primer mes realizada la técnica.