
La anatomía de los nervios que salen de la espalda no siempre es igual en todo el mundo. Hay un pequeño porcentaje de la población que tiene variaciones de la normalidad. Un ejemplo de esto es la raíz nerviosa conjunta. Para algunos es una variante de la normalidad y, para otros, una malformación congénita. Se calcula que entre el 1 y el 3% de la población tiene una variante de este tipo.
¿En qué consiste la raíz nerviosa conjunta?
La médula espinal termina en la zona lumbar y después salen las raíces de la cola de caballo. Éstas bajan por dentro del saco dural. Posteriormente se individualiza cada raíz en una vaina de este saco de la duramadre para después salir cada raíz por su agujero de conjunción correspondiente (el agujero por el que salen de la columna las raíces nerviosas).
En ocasiones dos raíces nerviosas se originan a la vez y salen juntas con una única vaina del saco dural. Después estas raíces pueden salir juntas por un mismo agujero de conjunción o separarse y salir cada una por su propio agujero. Cuando se separan, la raíz que sale más abajo tiene que recorrer mayor distancia de lo normal y lo hace por un sitio diferente al habitual.
¿Qué ocurre por tener una raíz nerviosa conjunta?
A priori tener una raíz nerviosa conjunta podría parecer una simple curiosidad pero tiene algunas implicaciones. Vamos a verlas:
– La raíz nerviosa conjunta tiene mayor tamaño y transcurre por una zona en la que es más fácil sufrir un daño. Es posible encontrar casos de personas que sufren una lumbalgia con ciática y no encontrar una hernia discal que lo está produciendo. Se ha visto que en ocasiones la presencia de una raíz nerviosa conjunta puede provocar estos síntomas por sí misma.
– En ocasiones ocurre que no coincide la hernia discal que vemos en la resonancia con la lesión de la raíz que está dando síntomas. La presencia de una raíz nerviosa conjunta puede ser la explicación.
-Otra cosa que puede ocurrir es que se afecten dos raíces cuando la imagen de la hernia en la resonancia sugiere la afectación de una sola.
– Al verlo en la resonancia magnética puede simular la imagen de una masa que se encuentra en la zona donde suelen aparecer las hernias discales. Se puede pensar que hay una extrusión discal secuestrada en el receso lateral cuando en realidad el disco está bien. Antes esto suponía un problema y estas variantes anatómicas se detectaban en el quirófano. Hoy día, la mejoría en las técnicas de imagen hacen que cada vez se detecten más antes de entrar en el quirófano.
– Si un cirujano se dispone a operar una hernia discal y no se ha detectado correctamente la presencia de una raíz nerviosa conjunta, hay riesgo de lesionarla durante la cirugía. Esto puede ocurrir sobre todo si no se visualiza adecuadamente. Cada vez hay más tendencia a realizar cirugías mínimamente invasivas e incluso con endoscopia. En estos casos puede haber problemas si no se ha detectado correctamente antes.
En definitiva el médico y/o cirujano tienen que tener en cuenta que este fenómeno existe. No es muy frecuente pero puede variar la valoración que hacemos de un paciente además de que puede requerir cambios en la técnica aplicada para operar una hernia en estos casos.