
¿Por qué somos más altos por la mañana que por la noche?
En primer lugar hay que recalcar que, aunque puede sorprender, esto es cierto. Os invito a comprobarlo, somos más altos por la mañana. Pero, ¿qué está pasando?
Para comprenderlo hay que saber que nuestra altura está determinada por la altura que nos da nuestra estructura ósea principalmente, es decir, los huesos de las piernas y las vértebras que forman la columna. Los huesos en principio no cambian de forma. Pero en la columna vertebral no sólo hay huesos. Tenemos otro componente importante en la espalda que son los discos intervertebrales. Estos discos los encontramos entre cada dos vértebras dando un sistema de amortiguación a la columna. Están compuestos por una parte periférica que es fibrosa, pero tiene una parte central constituida por una sustancia gelatinosa que básicamente es agua.
Y esta parte del disco es la que va a variar nuestra altura durante la noche. Cuando estamos acostados, la postura que adoptamos tumbados en la cama disminuye enormemente la presión que tienen que soportar los discos. Esto permite que por la noche estos discos se hidraten aumentando su contenido líquido. Entonces, al levantarnos por la mañana, la suma de todos los discos intervertebrales que se han hidratado por la noche nos hace crecer y ser un poco más altos. ¿Cuánto más altos? Esto depende de la edad y de la altura de la persona, pero cerca de los 2cm. Realmente cada disco aumenta muy poquito en altura pero hay que tener en cuenta que entre cada dos vértebras hay un disco. Estamos hablando de más de veinte discos en total.
Así que si queremos ser más altos, aunque solo sea por darnos una alegría, no tenemos más que darnos una buena cura de sueño y medirnos por la mañana.