
En algunos restaurantes y bares sólo nos podemos sentar en un taburete, es decir, en un asiento que no tiene respaldo. Imaginemos que llegamos a un restaurante precioso que entre sus encantos se encuentra que nos tenemos que sentar en un taburete. Todo parece fantástico hasta que pasado un rato empezamos a notar incomodidad en la espalda. Cuando ya llevamos 40 minutos, sencillamente nos queremos ir de allí. ¿Por qué ocurre esto?
¿Por qué los taburetes perjudican a la espalda?
Hay dos factores importantes. El más importante y evidente es que no tiene respaldo. Esto implica que, para no caernos, tenemos que adoptar posturas que no nos convienen. Para equilibrar el tronco en una postura de relajación tenemos que incorporarnos hacia adelante. Esto lo podemos comprobar en la foto inicial del post. Incluso es típico sujetarnos en las rodillas cuando estas estas muy altas. En esta postura hacia adelante, aumenta la presión sobre los discos tanto de la columna lumbar como dorsal. Esto durante unos minutos se puede tolerar en la mayoría de los casos, pero más tiempo será perjudicial. Si estamos sanos es posible que no notemos dolor y simplemente estemos un poco incómodos después de un rato. Si tenemos una lesión lumbar o dorsal, los problemas no tardarán en aparecer.
Hay un segundo factor que influye en el resultado y es la posición de las piernas. Si el taburete es muy bajo el problema se hace incluso peor. Al quedar las rodillas por encima del nivel de las caderas (como en el señor de la foto inicial), perdemos la curvatura lumbar (porque el psoas se acorta) y además tenemos que incorporarnos hacia adelante más todavía para no caernos. Al perder la curvatura lumbar en esta postura, vamos a forzar las articulaciones posteriores y facilitar que aumente la presión sobre los discos. Si a esto añadimos que tenemos que echarnos más hacia adelante para no caernos, la presión sobre los discos aumentará y el dolor aparecerá antes. Si el taburete está a nuestra altura, y los muslos quedan paralelos al suelo (como en la foto de debajo), por lo menos minimizaríamos este problema.
Las posturas en el taburete son perjudiciales en todo tipo de lesiones lumbares y en muchas que afectan a la columna dorsal. Las personas que han sufrido una fractura dorsal por osteoporosis, por ejemplo, o que tienen un Scheüermann, tendrán dolor.
¿Cómo podemos estar bien sentados en un taburete?
La respuesta es que no se puede, pero podemos intentar minimizar el impacto sobre nuestra espalda. La postura menos lesiva para la espalda sería la siguiente. Nos sentamos en el borde del taburete y dejamos caer las rodillas hacia abajo, arrastrando los pies hacia atrás. Los pies tienen que estar bien apoyados y equilibrando el peso del cuerpo. De esta forma podemos estar más erguidos por dos motivos. Por un lado, tensamos el psoas que tira de la zona lumbar y acentúa las curvaturas de la columna. Por otro lado, estamos echando el centro de gravedad hacia atrás al retroceder las piernas.
Esta postura depende mucho del tipo de taburete. En un taburete alto con reposapiés, las rodillas quedan bajas y los pies hacia atrás pero el apoyo de los pies no suele ser suficiente para equilibrar bien el cuerpo. Por eso este tipo de taburetes tampoco son ideales.
En resumen, si tienes problemas de espalda huye de los taburetes. Si no te queda más remedio que usarlo, que sea lo menos posible y en las posturas recomendadas.