
El XLIF (Extreme Lateral Lumbar Interbody Fusion) es una nueva técnica que permite realizar una artrodesis vía lateral. Es una innovación respecto a técnicas anteriores que utilizan abordajes anterior y posteriores. Veremos como esto aporta ventajas pero también tiene inconvenientes.
¿Cómo es la técnica XLIF?
El paciente se tumba de lado en la camilla del quirófano. El cirujano hace dos incisiones pequeñas. Por una introduce el instrumento que va a progresar hasta llegar al disco. La otra incisión sirve para guiar y separar los planos musculares del saco que contiene las vísceras abdominales (peritoneo). Hay cirujanos que lo realizan todo con la misma incisión.
El primer instrumental que se introduce da estímulos eléctricos para detectar la presencia de nervios en su avance. Es la manera de esquivar y no dañar los tejidos nerviosos. Se utiliza un aparato de electromiografía con esta misión como podemos ver en la foto de arriba. El cirujano se ayuda también de rayos X para llegar al disco. Una vez en el disco, se utiliza la guía para ir van añadiendo tubos que van dilatando la vía de entrada.
Posteriormente el cirujano utiliza un expansor que convierte la guía en un cilindro para que nos entendamos. De esta forma, al ser hueco, se introduce una pinza por dentro de este tubo que le lleva hasta el disco para poder extraerlo, como vemos en la segunda foto. Una vez quitado el disco, se introduce el implante o caja en el espacio discal como se ve en la foto de debajo. Esta caja está rellena de injerto para facilitar la fusión de los dos cuerpos vertebrales.
El objetivo final es que se produzca una consolidación del hueso y las dos vértebras se conviertan en una por así decirlo. Mientras se produce la consolidación, en algunos casos hay que añadir un sistema de sujeción. Esto se puede hacer de dos maneras. En la misma cirugía se puede atornillar una placa a los cuerpos vertebrales. Otro método es, en un segundo tiempo, poner barras y tornillos pediculares mediante un abordaje posterior.
¿Qué ventajas tiene la técnica XLIF?
La mejor ventaja que tiene el XLIF es que no se agrede a la musculatura posterior durante la cirugía. El gran inconveniente de las vías posteriores es el daño que sufre la musculatura extensora lumbar, que es tan importante para la estabilidad lumbar. Con esta técnica, esta musculatura no se toca y tendrá capacidad de recuperarse completamente. Esto hace que la recuperación sea mejor y que sea menos probable que persiste un dolor crónico.
Es una técnica poco agresiva con los tejidos de la columna por lo que tiene menos sangrado y la recuperación es mejor. Es probable que podamos levantarnos antes de la cama y que pasemos menos tiempo ingresado.
Inconvenientes de la técnica XLIF
Toda cirugía tiene riesgos y el XLIF no es diferente. En el XLIF, hay uno que destaca por encima del resto. La vía de abordaje atraviesa una zona donde pasan todos los nervios que bajan a la pierna. Esto hace que sea relativamente sencillo encontrarse con un nervio por el camino y tener posibilidad de dañarlo. Para evitar esto se realiza la cirugía con monitorización. Por un lado, el sistema tiene un mecanismo que avisa cuando el material entra en contacto con un nervio. Por otro lado, se está controlando que los nervios no estén sufriendo. En el momento que un nervio está sufriendo se puede saber y detener el gesto que lo esté provocando. A pesar de todas estas medidas, el riesgo está ahí y sería una de las desventajas de esta técnica.
Otra inconveniente es que la técnica tiene algunas limitaciones. Hay problemas para acceder a los niveles bajos lumbares. No se puede operar el segmento L5-S1 con esta técnica. Tampoco todas las patologías son aptas para esta solución dado que el gesto que se realiza es limitado.