
Una artrodesis lumbar consiste en la fusión de dos o más vértebras de la zona baja de la espalda. Esto se realiza para limitar la movilidad en segmentos que son dolorosos y/o inestables. Al salir de la operación llegamos a casa y todo son dudas. No sabemos que gestos son adecuados y cuales nos pueden perjudicar. Hoy quiero hablar de una de las recomendaciones que se hacen frecuentemente que es caminar. ¿Es beneficioso o es perjudicial?
Como explico en el post sobre la artrodesis, para fusionar las articulaciones entre dos vértebras se hacen dos gestos quirúrgicos. Por un lado, se pone material metálico para sujetar las dos vértebras entre sí y, por otro lado, se pone hueso o injertos entre las articulaciones de ambas vertebras para que se puedan fusionar. Esta fusión del hueso tarda meses en producirse. Mientras el hueso no consolida, el movimiento está limitado gracias al material implantado. Durante este periodo la preocupación de los médicos es que el material no aguante las tensiones de los movimientos diarios y se rompa. Esto es lo que llamamos fatiga del material.
En muchas ocasiones se da la recomendación de caminar a los pacientes que han pasado por una artrodesis lumbar. ¿Es lo mejor que podemos hacer? ¿Es una buena recomendación? Voy a responder a estas preguntas explicando los resultados de un estudio que realizó Rohlmann. Este señor realizó cirugías de artrodesis implantando material con capacidad para medir tensiones. Al realizar una artrodesis se ponen tornillos en los pedículos de las vertebras y después se unen a través de unas barras. El dispositivo de medición venía implantado en las barras. Las mediciones se transmitían por telemetría para recogerlas con un ordenador.
Rohlmann realizó mediciones a los pacientes mientras realizaban diferentes ejercicios de rehabilitación tras la cirugía. Los resultados son muy interesantes. El ejercicio que se vio que ponía más tensión sobre el material era caminar. En este estudio se concluyó que caminar probablemente era el principal factor que producía la fatiga del material implantado. Hay muchos ejercicios que son adecuados para realizar en fases iniciales según este estudio. Hablaremos de ello en futuros posts. Caminar no es una buena recomendación según los hallazgos de este trabajo y a día de hoy sigue siendo una recomendación que vemos con frecuencia.
Muchas veces se recomienda caminar tras la cirugía y pocas veces se dan indicaciones de cómo hacerlo. No es lo mismo caminar dos horas seguidas que caminar 30 minutos y haciendo paradas entre medias. Los detalles son importantes. Se debe evitar caminar mucho, sobre todo los primeros tres meses. No es que no podamos caminar pero se debe hace de forma limitada y realizando muchos descansos. En fases iniciales es mejor hacer ejercicios específicos que ponerse a caminar y al caminar hay que hacerlo con pautas conservadoras. Un ejemplo sería caminar 5 minutos y sentarnos a descansar de 1 a 3 minutos y después caminar otros 5 minutos. Así hasta caminar un total de 20-30 minutos. No debemos hacer más por dos motivos. Por un lado, podemos estar poniendo el riesgo al material. Por otro lado, la musculatura lumbar no tiene capacidad de realizar más al estar muy mermada por la cirugía.