
El dolor de espalda y cuello tiene una importante relación con la manera en la que vivimos y afrontamos la vida. Hoy os quiero hablar de un concepto muy importante llamado el círculo de influencia. Siempre me ha llamado la atención esas encuestas que dan en las noticias de la tele donde preguntan “¿cuál es la principal preocupación de los españoles?”. A continuación dan una lista donde de forma variable se sitúan el paro, la crisis, la corrupción, la delincuencia y otros ítems de este tipo. Este tipo de respuestas es muy llamativa y, aparte de la intencionalidad de las mismas, se ve lo reactivos que somos la mayoría de las personas. Ahora lo veremos.
En la vida hay dos tipos de situaciones, por un lado están las que escapan a nuestro control y por otro lado tenemos aquéllas sobre las que tenemos influencia. Que salga el sol por la mañana no depende de nosotros, lo damos por hecho pero no podemos influir sobre ello. En el otro extremo tenemos cosas como lo que comemos o la manera en la que tratamos a las personas que nos rodean. En estos asuntos nuestras decisiones tienen peso en el resultado final.
Todas aquellas situaciones en las que nuestras actitudes pueden ejercer influencia las incluimos en el llamado círculo de influencia. Fuera de este círculo hay un montón de cosas sobre las que no podemos actuar o cambiar. Algunas de estas cosas nos generan preocupación como, por ejemplo, la situación de la empresa en la que trabajamos o el partido político que va a salir elegido en las elecciones.
La era de la información en la que vivimos y los medios de comunicación promocionan esta situación. Muchas veces nuestras preocupaciones nos las imponen a través de la televisión. Una semana nos cuentan que hay crisis y que todo va fatal y nos deprimimos desde el sofá. En otro momento nos cuentan día tras día la evolución de una guerra y todos sufrimos por las personas que están muriendo o alterando gravemente sus vidas. Dos semanas después parece que ya no hay guerras y solo hay olimpiadas o lo que sea. No es sano que reaccionemos a todo lo que nos dicen y sobre lo que no podemos actuar y dejemos de lado las cosas que están a nuestro alcance.
Si nos centramos en nuestro círculo de influencia pronto nos daremos cuenta de que es posible mejorar y ser más felices. Decidir que queremos saber escuchar mejor, respetar más las opiniones de los demás, ser más generoso, trabajar más duro por lo que merece la pena, utilizar mejor el poder de la palabra o aprender a perdonar, nos hará mejorar nuestra vida y la de las personas que nos rodean.
Las personas que centran su atención en las preocupaciones que están fuera de su alcance de actuación entran en un modo pasivo donde su felicidad no depende de ellos. “Me va mal en el trabajo porque mi jefe me tiene manía”, “cuando me suban el sueldo entonces haré ese viaje soñado”, “si tuviera más vacaciones entonces sería feliz”. Esta forma de pensar anula las posibilidades de manejar nuestra vida y de controlar nuestra felicidad.
La realidad está a tu alrededor, está en tener ilusiones, planes, cosas por las que esforzarte, en querer y que te quieran, es sencillo. Si centramos nuestras acciones en las cosas importantes creceremos en felicidad y bienestar, además de que nuestro propio círculo de influencia se hará más grande.
Fernanda says
Qué palabras más sabias. Compartiré este artículo por todos lados!
Saludos desde Chile.
Dr. Serrano Sáenz de Tejada says
Muchas gracias Fernanda, un saludo.