
Voy a hablar de forma muy sencilla de cómo se forma la columna y la médula espinal cuando estamos formándonos en el útero de nuestra madre. Todo comienza con la fecundación en la que se unen el espermatozoide y el óvulo. Esta célula comienza a dividirse y va a dar todas las células de nuestro cuerpo. En el esquema de la foto inicial del post se puede ver cómo todo se basa en una división constante de las células hasta formar los diferentes tejidos. Según se van reproduciendo, estas células comienzan a especializarse y forman diferentes capas de tejido (ectodermo, mesodermo y endodermo). Para no complicarnos, simplemente las células cada vez van siendo más parecidas al tejido final del que van a formar parte. Una célula acabará siendo neurona y almacenará información mientras otra formará parte del intestino y se encargará de la digestión. En definitiva, hay un crecimiento y una especialización progresiva durante el desarrollo fetal y embrionario.
El sistema nervioso central incluye al cerebro y a la médula espinal básicamente. Estos comienzan a formarse a partir de unas células que llamamos la placa neural. Esta zona la vemos representada en el esquema. Esta placa con el tiempo comienza a formar unos pliegues (pliegue neural) que se fusionan formando una estructura tubular (tubo neural). Este proceso lo vemos resumido en las tres fotos del esquema. En el dibujo de debajo podemos ver un poco más en detalle la formación de este tubo neural. Si nos fijamos podemos ver cómo se está formando lo que es la cabeza y la espalda del feto (si lo comparamos con la foto podemos ver a qué corresponde cada estructura).
A los 21 días de gestación el tubo neural se comienza a fusionar en el punto medio como vemos en los esquemas y continúa fusionándose hacia arriba y abajo. Finalmente se termina de fusionar por arriba y por abajo en los llamados neuroporos. Las alteraciones en el desarrollo del tubo neural por arriba producen defectos a nivel craneal. Cuando no se fusiona adecuadamente por abajo (neuroporo caudal) es cuando tenemos malformaciones en la columna vertebral como la espina bífida y la espina bífida oculta.
La espina bífida es una lesión donde hay un defecto en la parte posterior de la espalda que hace que las estructuras nerviosas estén fuera de su sitio. La médula, que debería estar protegida en el interior de la columna, está herniada (fuera de su sitio) en un punto (es el llamado mielomeningocele). Hablamos de espina bífida oculta cuando el defecto existe pero no hay herniación de la médula ni de las meninges.
En próximos posts hablaré más a fondo de estas dos malformaciones y las repercusiones de las mismas. Existen multitud de posibles malformaciones debidas a alteraciones en el desarrollo de las estructuras neurológicas pero estas dos son las más frecuentes con mucha diferencia. También hemos contado sólo la parte del desarrollo embriológico que influye en estas malformaciones. El proceso es infinitamente complejo y lógicamente más amplio que lo explicado aquí pero nos puede servir para entenderlo mejor.
¿Por qué se produce la espina bífida y otros defectos del tubo neural?
El crecimiento y desarrollo durante nuestra vida dentro del útero es muy complejo y un pequeño error puede desencadenar una malformación congénita como ésta. Hay muchos factores que influyen en este proceso. Hay algunas cosas que se deben saber:
– El déficit de ácido fólico durante el embarazo favorece la aparición del mielomenigocele. Por eso es tan importante la suplementación durante esta etapa y así nos lo dirá nuestro ginecólogo.
– Hay medicamentos como la carbamazepina y el ácido valproico (son antiepilépticos) que pueden desencadenar una espina bífida. Es importante durante el embarazo controlar los medicamentos que tomamos y que siempre sean los imprescindibles y controlados por nuestro médico.