
El golf es un deporte con cada vez más adeptos. Siempre se ha comentado el problema de las lesiones de espalda relacionadas con este deporte. Un ejemplo son las lesiones que arrastraba un grande de este deporte como fue Severiano Ballesteros. El golf puede producir lesiones en dos regiones de la espalda, la zona lumbar y la zona dorsal.
Vamos a ir explicando los tipos y causas de lesiones que podemos tener en la espalda debidos al golf y cómo evitarlos:
1 – Las lesiones musculares son las lesiones más evitables de este deporte, además de las más frecuentes. En el proceso de perfeccionar nuestra técnica realizaremos gestos bruscos que exigen mucho a los músculos de la espalda. En este sentido se pueden afectar tanto la zona dorsal como la lumbar. La región dorsal es la que va a realizar gran parte del giro de la columna durante el golpe. Por otro lado la musculatura posterior de la zona lumbar nos tiene que sujetar en la postura de golpeo.
Las lesiones musculares se previenen de la siguiente manera:
– Debemos mantener una buena forma física. Es recomendable complementar el golf con otro deporte como el entrenamiento en gimnasio o la natación, que darán la fortaleza suficiente a la espalda para no sufrir lesiones. Si estamos en mala forma y jugamos con unos músculos cansados, las lesiones llegarán.
– Calentando y estirando antes de jugar al golf. Es algo que todos sabemos y que pocos realmente lo hacen adecuadamente. Hay que tomarse por lo menos 15 minutos en calentar la musculatura y realizar los estiramientos mínimos. Es importante calentar realizando giros suaves con un palo y estirar la musculatura dorsal, lumbar e isquiotibial (más adelante añadiremos vídeos con ejercicios específicos en la sección “programa de ejercicios”). Si salimos con prisa de casa, llegamos al campo y damos el primer drive según llegamos, tenemos todas las papeletas para sufrir una lesión muscular.
2 – Lesiones en la parte baja de la espalda (L5-S1). Esta región va a ser la más propensa a lesionarse en la practica del golf por varios motivos:
– La postura que adoptamos para golpear la pelota conlleva una flexión anterior de tronco. Se debe acompañar con una adecuada flexión de rodillas para equilibrar y dar mayor movilidad a la espalda. Aún así no podemos evitar del todo los efectos de esta postura. Estar en flexión anterior pone más presión sobre el disco L5-S1 y un aumento de tensión en la musculatura extensora lumbar.
Para disminuir al máximo la tensión en la postura de golpeo son importantes dos cosas. La obvia es una buena técnica. Para ello es recomendable que un profesor de golf nos observe y nos ayude a mantener una postura correcta. La no tan obvia es una adecuada elasticidad de los isquiotibiales y psoas principalmente. Si estos músculos no están suficientemente flexibles, la pelvis no estará libre para acompañar el movimiento y todo el esfuerzo se concentrará en la zona lumbar.
– El giro de la zona lumbar durante el golpeo se realiza sobre todo en la articulación de la última vértebra lumbar con el sacro (L5-S1). Debido a las particularidades de la postura y el giro para golpear la bola, esta articulación va a ser la más perjudicada.
– Jugar al golf conlleva caminar y estar de pie mucho tiempo. Este es uno de los factores menos considerados y más importantes que afectan a la espalda de un jugador de golf. Para evitar lesiones durante el golpeo de la bola es importante que la musculatura lumbar no esté agotada. Estando de pie quietos la musculatura lumbar se cansa rápidamente. Cuando caminamos también se cansa aunque tarde más. La espalda no nos va a avisar de que está cansada, cuando nos damos cuenta es porque nos molesta la zona lumbar y significará que ya nos hemos pasado.
Esto se puede solucionar de varias maneras. Es buena idea coger el hábito de sentarnos 3 minutos después de cada hoyo. Si no hay donde sentarse en el campo donde jugamos, nos debemos llevar una silla plegable en la bolsa de palos. Si tenemos tendencia al dolor lumbar puede ser recomendable coger un cochecito eléctrico. Si el hoyo es muy largo o tenemos problemas de espalda o una mala forma física, hay que sentarse más veces. Para esto se puede aprovechar cuando golpean la bola el resto de jugadores. No se trata de sentarse mucho tiempo, se trata de sentarse de 1 a 3 minutos muchas veces.
Esto es aplicable también cuando estamos realizando prácticas. Estando de pie, como hemos dicho, la musculatura lumbar se cansará incluso antes que caminando. Por eso cada 15 minutos que estemos dando bolas es recomendable sentarse unos minutos. Para entender todo esto un poco mejor podéis ir al post en el que explico cómo caminar.
Para terminar, respecto a la bolsa de palos, es importante evitar llevarla a la espalda. Existen muchas soluciones siendo la más sencilla y barata un carro con ruedas que además mantendrá la bolsa de pie para no tener que agacharnos a recoger la bolsa después de cada golpe.