
¿Puede la tarea de hacer la cama provocar dolor de espalda?
Una de las tareas domésticas potencialmente más dañinas para la espalda es hacer la cama. Las camas no están diseñadas para facilitarnos la tarea de poner las sábanas. Y tampoco el diseño de las casas lo pone fácil. Me explico.
Hay dos factores que van a complicar las cosas para nuestra espalda al hacer la cama.
– Las camas son bajas. Esto nos va a obligar a agacharnos y hacer esfuerzos con el tronco flexionado. En esta posición aumenta la presión sobre los discos más bajos y demanda más esfuerzo a los músculos lumbares.
– Alrededor de la cama hay obstáculos. Otro de los problemas que nos obliga a adoptar malas posturas es la disposición de la cama en la habitación. Si la cama está contra la pared vamos a tener dificultades para alcanzar esa zona y remeter las sábanas. Esto puede provocar que al hacer la cama forcemos aún más la postura de la espalda. Si además está en una esquina de la habitación tenemos dos lados de difícil acceso. Podemos tener también mesillas de noche estorbando.
– Las casas cada vez son más pequeñas y las habitaciones también. Esto es cierto sobre todo en las grandes ciudades del mundo. Cada vez vive más gente y las casas suben y suben de precio. Esto hace que las construyan cada vez más pequeñas. Si una habitación es pequeña nos va a limitar la posibilidad de maniobrar alrededor de la cama o de mover la cama y los muebles cercanos.
¿Cuál es la solución a este problema? La solución más cara es comprarnos una cama con un mando eléctrico que suba y baje la altura de la cama a nuestro antojo y que tenga ruedas. De esta forma podríamos cambiar una sábana sin tener que agacharnos y podemos mover la cama para acceder a las zonas más escondidas.
La solución barata está en realizar algunos cambios que nos faciliten la vida:
– Es mejor tener mesillas de noche manejables que se puedan apartar. Si son muy grandes o van encajadas nos limitarán la movilidad y no podremos moverlas.
– Evitar poner la cama en una esquina de la habitación si es difícil de manipular y mover.
– Mejor utilizar un edredón en invierno. Así podemos evitar el gesto de remeter sábanas y mantas.
– Hay un consejo que es de perogrullo pero que hay que decirlo. Si tenemos una lesión de espalda de la que pretendemos recuperarnos, no debemos hacer la cama. O por lo menos no ser muy exigentes con el resultado.
Ya sólo nos queda hablar de la postura correcta para hacer la cama. Si no nos queda más remedio que colocar y remeter sábanas hay que entender el problema al que nos enfrentamos. Echar el cuerpo hacia adelante con las piernas estiradas es dañino para la espalda. Si vemos la foto inicial del post, esa es la postura que debemos evitar. Inclinarnos hacia adelante de esta forma nos traerá lesiones. Las soluciones posibles son dos.
– Si nos inclinamos hacia adelante pero apoyamos el peso del cuerpo en una mano, la espalda no sufrirá. Podemos ver en la foto como la señorita apoya una mano en la cama mientras la arregla. De esta forma evitará dañarse la espalda.
– La otra forma, es doblar las rodillas de tal manera que equilibramos la espalda y llegamos adecuadamente a la altura que queremos.
Fernanda says
Excelente, odio hacer la cama por lo mismo: el dolor.
Aunque igual es difícil doblar rodillas teniendo el obstáculo cama en frente.
Probaré.
Saludos
Dr. Serrano Sáenz de Tejada says
Hola Fernanda, efectivamente lo mejor es no hacerla! Un saludo