
Hace un año se hacía publico el aumento alarmante de uso de opiáceos en EEUU. El propio presidente del país lo declaró como una emergencia sanitaria nacional. La muertes por sobredosis de opiáceos está en niveles de epidemia según la administración norteamericana. En el 2016 la mitad de estas muertes fueron en pacientes con opioides prescritos por sus médicos. En este post quiero hablar de estos medicamentos y cómo hemos llegado a esta situación.
¿Qué son los opiáceos y opioides?
Los opiáceos se llaman así porque derivan de la planta del opio. El elemento principal que contiene esta planta es la famosa morfina. Hoy día tenemos fármacos que hacen la acción de un opiáceo pero que no derivan de la planta. Son los llamados opioides. Aunque hay está diferencia entre opiáceos y opioides, muchas veces se utilizan los dos nombres indistintamente.
Hay muchos medicamentos en esta familia. Dentro de los llamados opiáceos mayores se utilizan sobre todo la morfina, fentanilo y la oxicodona. La heroína y la metadona son opioides conocidos por ser utilizados por drogadictos.
Los opiáceos y opioides tienen la virtud de reducir el dolor en el paciente. Son los medicamentos más potentes para esta misión. Tienen efectos secundarios como todo medicamento pero que se pueden hacer peligrosos cuando las dosis aumentan mucho. El problema de los opioides y del aumento de las dosis viene dado por su tendencia a producir adicción.
Historia y curiosidades de los opioides
En el año 1806 el alemán Friedrich Wilhelm Adam Sertürner aisló la morfina del opio. A lo largo del siglo XIX se utilizó para tratar el dolor, la ansiedad y problemas respiratorios. Surgió el problema del abuso de su uso que llevó a buscar alternativas.
Así surgió por el año 1898 la heroína. La empresa Bayer comercializaba la heroína como un medicamento para la tos y para el dolor, libre de los problemas de adicción de la morfina. En la foto se puede ver uno de los anuncios que utilizaba en la época para dar a conocer el medicamento. Sorprende ver estas imágenes dado el concepto que tenemos hoy día de la heroína.
En los años 20 ya se conocía la capacidad adictiva de estos derivados de la morfina y se intentó reducir su uso médico. En el año 1924 fue ilegalizada la heroína en estados unidos. Durante muchos años surgió el “miedo” o la precaución en la prescripción de los opioides.
En el año 1980 se publicó una carta en una revista médica de prestigio como es la “New England Journal of Medicine” donde se hablaba de los opioides. En esta publicación se negaba que los opioides fueran tan adictivos como se creía. Esta publicación pudo relajar nuevamente esta reticencia a la prescripción de estos medicamentos. A esto se añade que en los años 90 se empieza a dar mucha importancia al tratamiento del dolor y se comienza a valorar como una prioridad.
Según un estudio, uno de cada 550 pacientes que iniciaban una terapia con opiáceos morían a los 2,6 años debido a ello.
Causas del aumento de consumo de opiáceos
En el apartado anterior he dejado algunas pinceladas de las causas detrás del aumento del consumo de opiáceos. Probablemente no hay una única causa. En mi opinión se juntan varios factores que os voy a ir comentando.
– La industria farmacéutica ha ido desarrollando nuevos medicamentos que cada vez ponen más fácil su uso y prescripción. Además hay mucho dinero invertido para dar a conocer cada producto nuevo que se lanza al mercado para que sea prescrito por los médicos. Esto hace que se centre el debate más en el dolor que puede solucionar que en los problemas que puede ocasionar.
Un ejemplo es el aumento de prescripciones de opioides cuando la oxicodona salió al mercado en el año 1996. En la gráfica se puede ver como aumentó el consumo de estas sustancias a la vez que el total de los opioides.
– Cada vez vivimos más años y hay más dolor crónico. No cabe duda que la esperanza de vida se ha prolongado y esto conlleva un aumento de enfermedades y lesiones relacionadas con el dolor crónico.
– En el quirófano se utilizan opiáceos como parte de la anestesia general. En el post del enlace explico por qué se utiliza. Se sabe que esto aumenta la necesidad de utilizar opiáceos posteriormente.
– El enfoque que la medicina da al dolor. Hoy día se da mucha importancia a que un paciente no tenga dolor. Esto conlleva una tendencia a que puede haber una excesiva medicalización.
Entonces, ¿se deben prescribir opiáceos/opioides?
Estos medicamentos son muy potentes para controlar el dolor y el sufrimiento y además son necesarios frecuentemente durante una anestesia general. Son fármacos que son claramente útiles y necesarios. Lo que no se puede hacer es olvidarnos de que existe un riesgo de que los pacientes se hagan adictos a estas sustancias. No se si estos datos de EEUU son reflejo de un problema mundial pero probablemente todo esta polémica lleve a un uso más meditado y controlado de estas sustancias.