
Todos queremos vivir una vida feliz y plena. Conseguirlo depende de muchas cosas pero posiblemente hay una que destaca por encima de las demás, perdonar. Los expertos en este complicado tema de la felicidad coinciden en que no podemos ser felices cuando tenemos resentimiento y estamos enfrentados o enfadados con otras personas o con nosotros mismos.
La felicidad no es sólo un tema de la mente, de sentirse bien o mal emocionalmente. Todo el funcionamiento de nuestro organismo se puede ver afectado por la infelicidad. Yo recuerdo un cirujano veterano que hace muchos años me contó una historia muy curiosa. Decía que antes de meter a un paciente en el quirófano, le hacía una pregunta para ver si la cirugía tenía probabilidades de ser un éxito. Esperaba a que pasara una persona del sexo contrario que estuviera de buen ver y le hacía al paciente un comentario tipo “has visto?, es guapa/o eh?” Si el paciente respondía con interés sabía que todo iría bien. Si no encontraba motivación en el paciente y veía la apatía y la depresión en sus ojos, en ocasiones no les operaba.
Está muy demostrado hoy día que los estados emocionales están muy ligados a las defensas del organismo. Si estamos tristes o estresados tendremos más posibilidad de enfermar. El ejemplo más fácil y que conocemos casi todos son los herpes que salen en los labios. Estas infecciones las causa sobre todo un virus que se llama Herpes Simplex tipo I. Este virus lo tenemos casi todos los humanos. Lo más frecuente es que de pequeños los besos que recibimos de nuestros familiares nos transmitan este virus que sube por los nervios que llevan la sensibilidad de los labios y se esconde a vivir en el cuerpo de la neurona. Cuando las defensas del cuerpo bajan, el virus sale de su escondite y nos provoca la infección en el labio.
Si queremos estar sanos, necesitamos a nuestro sistema inmune en forma y esto pasa por buscar nuestro equilibrio emocional e intentar ser felices. Uno de los mayores enemigos de esta felicidad son nuestros sentimientos negativos hacia otras personas que nos han ofendido o hecho cosas que nos han perjudicado. Hay una definición del odio muy conocida que resume muy bien lo que estoy contando. “Odiar es como tomarse un veneno y esperar que sea la otra persona la que se muera”. El odio y el resentimiento son sentimientos en los que estamos deseando mal a otras personas y dañándonos a nosotros mismos con la misma intensidad con la que odiamos. Este daño puede llegar a matarnos. He podido ver de cerca situaciones de personas que han convivido con este estrés debido a conflictos duraderos por separaciones y que han muerto de forma prematura por un cáncer. Es muy difícil demostrar si ésta es la causa, pero está claro que el resentimiento y el odio nos hará daño.
La solución a este problema está en dos puntos. Primero hay que saber pedir perdón y perdonar en nuestro cerebro. Existen muchas técnicas para esto. Una manera es decirnos en alto que lo sentimos, dar gracias y decir que queremos a esa persona. Con esto cambiamos los sentimientos negativos por positivos. Si lo hacemos el problema se soluciona como por arte de magia, nos sentiremos mejor y nuestra relación con esa persona irá por el camino debido, sea el que tenga que ser.
El segundo punto que quería comentar, es que los humanos tendemos a tomarnos todo de forma personal. Cuando nos sentimos ofendidos pensamos que todo está pensado para hacernos daño a propósito. Vamos a poner un ejemplo. Un señor va conduciendo un coche de camino a su trabajo por la mañana. Ha dormido mal porque su hijo pequeño ha estado llorando toda la noche. Además se junta con que piensa que le van a despedir porque la empresa donde trabaja va mal. Es mañana conduce con prisas hacia el trabajo porque llega tarde y hace una maniobra indebida molestando a otro conductor. Lo habitual es ver cómo ese conductor se muestra enfurecido actuando como si la otra persona hubiera hecho esa maniobra para humillarle o para agredirle.
Ejemplos como éste los veo a diario. Quién no ha visto las protestas de los pasajeros de un avión que se retrasa. Se ponen enfurecidos con una azafata que no hace más que intentar hacer su trabajo. No es un tema personal, son las circunstancias de otros que las tomamos como ataques personales hacia nosotros. En nuestra mano está no tomarnos las cosas de forma personal y comprender cómo las circunstancias nos pueden confundir.
En resumen, debemos desterrar nuestros odios, pedir perdón y perdonar para dar el primer paso a nuestra felicidad. Así nos encontraremos mejor y tendremos más salud.
Ángel says
Perfectamente expresada una gran verdad! . Muy buen panel Doctor Serrano. Y muy cierto todo lo que dice… no hay cosa más sana y mejor que vivir sin odios ni rencores. Un saludo y gracias de nuevo!
Dr. Serrano Sáenz de Tejada says
Muchas gracias Ángel, un saludo.
Una sufridora más says
Siempre acertado en sus posts. Pedir perdón y perdonar nos libera de odios, rencores, malos pensamientos que nos hacen vulnerables ya que nos producen estrés que nos afecta a nuestra vida, como bien dices nos pueden bajar nuestras defensas y ser más proclive a enfermar. A veces con sólo tomar conciencia de nuestros rencores y realizar el gesto de pedir perdón y perdonar puede ser suficiente sobretodo si la persona ya no está. Nuestra felicidad y nuestra salud puede depender de aceptar que cometemos errores, no siempre llevamos la razón, ésta tiene muchas perspectivas distintas, todas ellas válidas y entender que a los demás les pasa igual que a nosotros, con un poco de empatía las cosas nos irían mucho mejor.
Cuando mi blog cumplió un año en septiembre le escribí unas palabras de agradecimiento, le dejo el link por si quiere leerlas. https://dolorlumbaryclaudicacionneurogena.wordpress.com/2016/09/25/el-blog-cumple-un-ano/
Un saludo,
Una sufridora más
Dr. Serrano Sáenz de Tejada says
Hola sufridora, muchas gracias como siempre por tus aportaciones. Doblemente agradecido por las palabras que me has dedicado en tu blog, de verdad que ayuda mucho sobre todo en los momentos donde uno duda de lo que está haciendo. Un saludo.
Ángel says
Ánimo sufridora! Espero y deseo que todo te vaya bien! Mucha fuerza y mucho ánimo! Deseamos que tu operación vaya muy muy bien! Un saludo.
Una sufridora más says
Muchas gracias. Estoy recién operada y la cosa va lenta, pero el ánimo y la ganas de luchar no hay que perderlas.
Un saludo,
Una sufridora más