
¿Es malo para el cuello lavarnos el pelo en la peluquería?
Solemos pensar que las grandes empresas y fabricantes tienen productos super estudiados y difíciles de mejorar. Muchas veces no es así y os voy a contar un caso, el lavado de pelo en las peluquerías.
Si queremos que nos laven el pelo en la peluquería, nos sientan en una silla y a continuación echamos el cuello hacia atrás sobre un lavabo donde encaja el cuello. ¿Cómodo verdad? Pues no, no lo es en absoluto. Quizás facilita las cosas a la persona que nos lava el pelo pero para el cliente es un acto nocivo. El cuello sufre mucho durante este proceso, os voy a contar por qué.
Hemos hablado ampliamente en otros posts (ver posts extensión cervical y de posturas en el sofá) de lo perjudicial de la extensión del cuello. La musculatura protectora del cuello está en la parte posterior, y para que nos proteja, la cabeza debe estar mirando al frente o caer hacia adelante. Si el cuello esta en extensión y la cabeza cae hacia atrás esta musculatura no puede protegernos. Mantener posturas con la cabeza hacia atrás provocará dolor e inflamación en la columna cervical. Haciéndolo de forma continuada se desgastarán los discos y las articulaciones del cuello llevándonos a padecer dolores crónicos.
Además, cuando el cuello está en extensión, los agujeros por los que salen los nervios se hacen más pequeños. Esto puede provocar que los nervios se compriman y notemos que se nos duermen los brazos o nos aparezcan hormigueos.
En los lavabos de las peluquerías el cuello apoya en los bordes del lavabo con la cabeza cayendo hacia atrás sin ningún tipo de apoyo. Esta postura es perjudicial para el cuello y probablemente inasumible para las personas que ya tienen lesiones cervicales. Esta postura solo se podría mitigar si el peluquero nos sujetara el peso de la cabeza mientras no lava el pelo, pero esto no ocurre. Nos mojan el pelo, después nos echan champú y finalmente nos secarán con una toalla. Cada segundo que pasa nuestro cuello estará más perjudicado. La diferencia entre unas molestias pasajeras y un dolor durante días puede estar en que el peluquero se entretenga un minuto más o menos.
Volviendo a la reflexión del principio, durante muchos años los objetivos de los diseñadores, constructores y fabricantes en el mundo de los servicios han orientado sus diseños a dar facilidades a los profesionales olvidando en parte a los usuarios. Voy a poner el ejemplo de lo que yo conozco más que son los hospitales. Cuando vamos a una consulta en uno de los hospitales clásicos, el médico nos pide una prueba y tenemos que recorrer todo el hospital a llevar un volante y después bajar tres pisos para hacernos la prueba. Una vez terminado tenemos que volver a atravesar el hospital para llegar a la consulta del médico. Esto ocurre porque los hospitales más antiguos se diseñaron para hacerle la vida fácil al médico estructurando los servicios en función de las especialidades. Hoy día los hospitales más modernos se estructuran para ser más funcionales para el paciente.
Pues bien, en las peluquerías los fabricantes parece que no han pensado en sus clientes y los lavabos continúan siendo un lugar espartano donde nos dañaremos el cuello. Espero que este post llegue a la retina de algún diseñador/fabricante que busque soluciones, por el bien de nuestras cervicales.
Mientras llega ese momento daré algunas recomendaciones:
– Si apoyamos la parte más alta del cuello sobre el lavabo sufriremos menos que si apoyamos la zona más baja. Si escurrimos el culete en la silla y deslizamos el cuello hacia abajo apoyaremos sobre el lavabo la parte más alta del cuello y estaremos mejor.
– Si tenemos confianza con nuestro peluquero podemos pedirle que tarde lo menos posible y que durante el lavado nos sujete la cabeza la mayor parte del tiempo.
Marta says
Puede mejorar algo la situación pedir un elevador para el asiento? Yo tuve que pedir que me pusiera 2 toallas dobladas la última vez que fui antes de operarme…A saber cómo lo haré a partir de ahora!
Dr. Serrano Sáenz de Tejada says
Hola Marta, la verdad es que la postura es mala y probablemente no mejore con un elevador. La única «solución» si nos lavamos el pelo en la peluquería es deslizar el cuello hacia abajo lo más posible de tal forma que el apoyo del lavabo esté en la parte más alta posible de nuestro cuello, incluso casi apoyando la cabeza. Durante un tiempo te tocará lavarte en casa para no hacer sufrir a tu cuello pero dentro de unos meses ya no tendrás problema. Un saludo.
Almudena Palacios Ibáñez says
Estoy en proceso de mejora de un lavabo para peluquerías y eliminar todas esas molestias, gracias por la info adicional, espero poder recurrir a vosotros si me surgen dudas sobre los peligros ocasionados con estos productos.
Dr. Serrano Sáenz de Tejada says
Hola Almudena, enhorabuena por tu iniciativa. Estoy abierto a tus dudas y a que nos cuentes, un saludo.