
La meningitis es una enfermedad que puede ser muy grave, sobre todo cuando la causa una bacteria, siendo potencialmente mortal. El tratamiento a tiempo con antibióticos nos puede salvar la vida por lo que es interesante saber detectarlo. Incluyo este post en la web porque, como conocéis muchos, la meningitis da rigidez en el cuello. Veremos ahora cómo es esto y la importancia que tiene.
Las meninges son las capas que recubren al sistema nervioso central, es decir, al cerebro y a la médula espinal. Estas capas son tres que se llaman duramadre, piamadre y aracnoides. La infección que afecta a estas estructuras se le llama meningitis. En la meningitis bacteriana vamos a ver afectación más concretamente en la aracnoides y en el líquido cefalorraquídeo que está por dentro.
Sintomas de la meningitis bacteriana
La meningitis da cuatro síntomas principalmente que son fiebre, rigidez de nuca, dolor de cabeza y alteración del estado mental. Nos vamos a centrar hoy en cómo es la rigidez del cuello y cómo interpretarlo. Aún así voy a comentar brevemente los otros síntomas.
– La fiebre alta está presente casi siempre aunque algunas personas comienzan con hipotermia. En cualquier caso hay una alteración de nuestra temperatura normal.
– El dolor de cabeza no pasa desapercibido cuando está presente porque es severo y por toda la cabeza. No se confunde con un dolor de cabeza normal.
– Las alteraciones del estado mental consisten en que el paciente está confuso o con somnolencia severa.
– La rigidez de nuca está presente en la mayoría (un 90% aproximadamente). Ahora hablaremos de ello.
Muchos pacientes no tendrán todos los síntomas, sólo algunos. La gran mayoría tendrán por lo menos dos de estos. Aquí ya entran a jugar la edad y otras circunstancias médicas. También se pueden producir otros síntomas pero no quería complicar el post. Quizás lo más conocido son las púrpuras y petequias, que son manchas y puntos enrojecidos y morados que salen por el cuerpo en ocasiones.
¿Cómo comprobamos que la rigidez de nuca es por meningitis?
Mucho de los pacientes no se quejan de rigidez de nuca porque son más llamativos los otros síntomas. Esto hace que sea mas bien un hallazgo en la exploración física que nos hace el médico. Básicamente la rigidez consiste en que no seremos capaces de llevar la barbilla al pecho por el dolor.
Hay dos test famosos para evaluar la meningitis que son los signos de Kernig y Brudzinski. El signo de Brudzinski se refiere a que el paciente flexiona la caderas (encoge las piernas) cuando intentamos flexionar el cuello (llevar la barbilla al pecho) mientras está tumbado boca arriba. El signo de Kernig sería similar a la maniobra que hacemos para ver si hay ciática donde levantamos la pierna y el dolor no nos dejaría.
Las meninges recubren tanto al cerebro como a la médula, por lo tanto recorren toda la columna. Debido a esto hay una limitación de la movilidad de la columna cuando estas meninges están inflamadas. Al ser el cuello el que más movilidad tiene es donde más se puede notar.
El problema de estas maniobras es que se hacen positivas habitualmente cuando la enfermedad está más avanzada. Sólo unos pocos tienen estos signos al principio de la enfermedad.
En definitiva, la meningitis es un cuadro que surge con fiebres altas, dolor intenso de cabeza y el paciente está adormilado o confuso. Estos son suficientes motivos para ir corriendo a urgencias. La rigidez de nuca no será lo más llamativo pero puede estar presente de la forma que he comentado.
Dándole la vuelta a esto. Si tenemos rigidez en los movimientos del cuello pero estamos perfectamente sin otro síntoma significativo, no debemos asustarnos. Las probabilidades de tener meningitis es prácticamente inexistente y entrará dentro de las muchas lesiones que podemos tener a nivel cervical. Ante la duda siempre consultar con nuestro médico.
¿Cómo se diagnostica la meningitis?
Si creemos que tenemos meningitis debemos acudir rápidamente a un servicio de urgencias. Cuando hay sospechas de la presencia de esta enfermedad el médico nos hará una punción lumbar. De esta forma tendremos el diagnóstico y al microorganismo culpable para ajustar el tratamiento si fuera necesario.