
Hoy quiero hablaros de una lesión que se encuentra en ocasiones entre los resultados de una resonancia magnética y que puede tener mucha importancia. Tener una siringomielia puede tener consecuencias serias causando una lesión medular o ser un simple hallazgo sin enfermedad.
La médula espinal es la estructura que se continúa con el cerebro y que distribuye casi todos los nervios por el cuerpo. Está alojada y desciende por dentro de la columna. Si nos fijamos en la foto, al cortar la médula por la mitad podemos ver que en el centro hay un agujero pequeño. Pues bien, este agujerito es un canal pequeño por donde fluye líquido cefalorraquídeo (el líquido que hay en las cavidades del cerebro) y está conectado con las cavidades del cerebro.
La siringomielia es la formación de quistes de líquido cefalorraquídeo. Se pueden formar pegados a este agujero central o separado de éste en el interior de la médula. En definitiva es una cavidad llena de líquido que se forma dentro de la médula espinal. La mayoría de estas lesiones se forman en el contexto de una malformación de Chiari tipo I (ver post) aunque hay otras causas. Otro tipo de malformaciones como las alteraciones del desarrollo del tubo neural, las infecciones, los tumores espinales o incluso un traumatismo pueden provocarlas.
Si nos fijamos en la foto inicial del post se puede ver la médula con una pequeña cavidad blanquecina en la imagen. Esta zona debería ser gris oscuro como el resto. Se ve blanca en esta toma de la resonancia magnética debido al contenido líquido que tiene.
¿Por qué se forma la siringomielia? El mecanismo se ha estudiado sobre todo en pacientes con malformación de Chiari tipo I. Se piensa que los quistes que se forman son debidos al aumento de presión que se produce por el bloqueo en el flujo normal del líquido cefalorraquídeo en el foramen magno (agujero del cráneo por el que sale la médula). Este aumento de presión en el sistema venoso provoca un exceso de líquido que se acumula en la médula y va siendo reabsorbido y drenado a este canal central del que hablábamos. En ocasiones este canal se dilatará y se forman estas cavidades de siringomielia.
¿Qué me puede pasar si tengo siringomielia?
Estas cavidades que se forman pueden ser asintomáticas, es decir, que no den ningún problema ni síntoma al paciente. En estos casos se descubre por casualidad al realizar una resonancia magnética. El problema está en los casos en los que aparecen síntomas y que van progresivamente en aumento.
Los síntomas que vamos a tener con la siringomielia son neurológicos y dada la complejidad de la médula y dependiendo de la localización afectada pueden ser muy variados. Vamos a listar algunos de los síntomas que podemos notar:
– En muy frecuente comenzar con alteración en la marcha debido a la posición que el quiste suele tener en la médula. Notamos que no caminamos bien, que estamos torpes, que las piernas no nos responden igual. Puede aparecer espasticidad en las piernas (que las notemos más rígidas y con dificultades para moverlas).
– Dolores irradiados como si fuera un atrapamiento de raíz por una hernia.
– Alteraciones de la sensibilidad, sintiendo dolor cuando nos tocan, por ejemplo o no notar bien la temperatura de la ducha.
– Podemos notar falta de movilidad en algunos grupos musculares de los brazos y sentir que no nos responden.
– En algunos casos la siringomielia puede ocurrir más arriba de la médula, en la zona del tronco del cerebro llamado bulbo raquídeo. A esta circunstancia se le llama siringobulbia y los síntomas afectan a otras funciones como la respiración, el ritmo cardiaco, tragar o la fonación.
Si el problema neurológico progresa puede ser necesaria la intervención quirúrgica que llevará a cabo un Neurocirujano. En una intervención de este tipo se realiza la comunicación de esa cavidad con el resto del líquido cefalorraquídeo y la descompresión del área afectada. Si hay una causa como un tumor se intenta actuar sobre éste para eliminar la causa.
En definitiva, la siringomielia puede tener consecuencias graves y la única manera de frenarlo es con cirugía cuando comienzan los síntomas. Si nos detectan una cavidad de siringomielia sin otros factores y no tenemos síntomas, lo normal es que siga así y no tengamos problemas. Aún así debemos conocer que hay que acudir pronto al médico ante síntomas como los que hemos descrito. Igualmente importante es en casos diagnosticados de Arnold Chiari tipo I donde existe el riesgo de esta complicación. Deben recibir un seguimiento periódico para detectar posibles complicaciones o incluso adelantarse a ellas en función de los síntomas del paciente. No hay que olvidar que después de un traumatismo en la columna puede producirse esta complicación, incluso meses después de la lesión inicial.