
Viendo el título del post parece que vamos a hablar de algo muy técnico y aburrido, pero no es así. Lo voy a explicar de forma divertida y entenderemos mejor cómo funciona nuestro cuerpo. Además nos servirá para entender muchas cosas que dependen de esto y de lo que hablaremos en otros posts.
Todos conocemos el sistema nervioso que nos permite mover los músculos y notar cuando nos tocan (sensibilidad), pero también existe este grupo de nervios menos conocidos que forman el sistema nervioso autónomo. El sistema nervioso autónomo se llama así porque son los nervios que controlan las funciones del cuerpo que son involuntarias. Hay muchas funciones del cuerpo que se realizan solas, afortunadamente, sin que tengamos que pensar como son el ritmo del corazón, el control de la tensión arterial, la digestión, el sudor o la micción.
Todas estas funciones están reguladas por dos sistemas en constante equilibrio que son el sistema simpático y parasimpático. Vamos a simplificarlos para entender bien cómo funcionan.
El sistema nervioso simpático se puede resumir en la foto inicial del post. Si nos ataca un león, el sistema simpático es el encargado de preparar al organismo para responder a la amenaza. Es el que libera la adrenalina, para que nos entendamos. ¿Y qué hace para prepararnos para la lucha? Su misión es asegurarse de que la sangre llega bien a los músculos y al cerebro que tienen que reaccionar a la amenaza del león. Para ello, aumenta el ritmo del corazón y contrae las arterias que permiten aumentar la presión sanguínea y asegurar la distribución de la sangre a los sitios donde se necesita. También se desvía la sangre de los sitios donde no se necesita en esos momentos. Se paraliza la función de las vísceras mediante una vasoconstricción de las arterias (se cierran las cañerías que circulan por ellas). De esta forma la sangre no llega a los órganos de la digestión y se desvía al corazón, músculos y cerebro. Gracias a esto encontraremos las fuerzas y la activación para poder huir o enfrentarnos al león.
El sistema parasimpático es el de la otra foto que vemos aquí. Estamos relajados en una playa del caribe sin amenazas a nuestro alrededor. El cuerpo aprovecha este estado de relajación para poner en marcha los mecanismos de la digestión. Reduce el ritmo del corazón, estimula la producción de jugos digestivos, aumenta el ritmo de progreso del tubo digestivo y la activación de las diferentes vísceras que participan en el proceso.
Estos dos sistemas están en un equilibrio constante que se puede ver alterado sobre todo en las lesiones medulares. Está explicación nos servirá para entender muchas de las complicaciones que tienen las personas que han sufrido una lesión medular. Pero no solo esto, os remito al post donde hablo de los efectos perjudiciales del estrés y quizás lo entendamos un poco mejor.