
El trabajo de administrativo va acompañado con mucha frecuencia de horas continuadas delante de un ordenador. A veces también requiere cargar algún tipo de peso de un sitio a otro como puedan ser carpetas o ficheros. Esta profesión tiene el riesgo de dañar el cuello. Las malas posturas al ordenador pueden provocar daños directos sobre el cuello o indirectos mediante la fatiga excesiva de los músculos que deben estabilizar nuestra columna cervical. Si conocemos los riesgos, los comprendemos y sabemos la solución, todo irá bien.
La mayoría de las lesiones en el cuello en un trabajo de administrativo se producen por no hacer las cosas bien. Pequeños detalles hacen la diferencia por increíble que pueda parecer. He tenido la oportunidad de ver múltiples puestos de trabajo de personal que se sienta al ordenador. Es dificil encontrar puestos donde se cumplen las condiciones óptimas, ya sea por mobiliario inadecuado o por las acciones del trabajador.
Los errores son muy variados, vamos a contar algunos respecto al mobiliario que nos acompaña en el día a día. Al final del post veremos las soluciones:
– Un ordenador debe estar delante de la persona que lo utiliza. Es frecuente ver ordenadores en posturas variadas por motivos como la longitud de los cables o para que quepa la impresora. Si nos tenemos que girar para poder escribir estamos fomentando el dolor de cuello.
– La pantalla no puede estar muy alta. El borde superior debe estar al nivel de los ojos nunca por encima.
– En ocasiones se ven teclados girados porque el cable no llega bien o no tenemos espacio en la mesa. Las posturas que adoptan los brazos son fundamentales, como veremos.
– La silla donde estamos sentados una parte tan importante de nuestra vida no puede ser cualquier silla. Tiene que ser una silla que vele por nuestra salud. No hablo de tener una “super silla” o de alguna manera sofisticada, más bien hablo de no tener una inadecuada. La característica fundamental son unos reposabrazos que sean regulables.
En cuanto a las acciones del trabajador, se comenten muchos errores por desconocimiento. Es muy frecuente que nos digan que debemos hacer esto o lo otro, pero si no comprendemos el por qué, es difícil que cumplamos las recomendaciones. Nuestro cerebro tiene su escala de prioridades y para cambiar un hábito tenemos que tener claro la importancia que tiene cada acción. Las soluciones a todas estas cuestiones están resumidas en los dos posts que os pongo a continuación y que son de obligada lectura si en nuestra profesión o afición pasamos muchas horas frente a un ordenador:
– Posturas al ordenador (ver post).
– La mejor silla de oficina para el cuello (ver post).