
En varios posts estoy explicando las diferentes técnicas que existen para realizar la fijación de un segmento lumbar. A esta fijación entre dos vértebras lo llamamos artrodesis. Hoy toca hablar de la artrodesis intersomática lumbar transforaminal. Se conoce con el nombre de TLIF por las siglas inglesas de “transforaminal lumbar interbody fusion”. Hablamos de intersomática porque se pretende realizar la fusión a nivel de los cuerpos vertebrales. Transforaminal se refiere al abordaje que pasa por el foramen. El foramen es por donde sale la raíz nerviosa. En el mismo gesto quirúrgico se amplia este espacio por el que sale la raíz.
Para entender bien la técnica recomiendo leer antes el post en el que trato la técnica PLIF que tiene algunos elementos en común con el TLIF que vamos a tratar hoy.
¿Cómo se realiza la técnica TLIF?
La cirugía comienza tumbando al paciente boca abajo, muy similar a cómo explicábamos en la técnica PLIF. Una vez realizada la incisión se aparta la musculatura paravertebral para poder acceder a las vértebras. Esto implica separar al músculo del hueso y supone una agresión que afecta a la recuperación como luego veremos.
La vía de entrada es posterolateral. Se entra un poco más de lado que la vía posterior. En la técnica PLIF entrábamos por detrás, quitábamos toda la lámina que es el hueso que está en la zona posterior de la vértebra. Una vez hecho esto, se ponían dos implantes entre los dos cuerpos vertebrales accediendo uno por cada lado. En el TLIF sin embargo, vamos a entrar sólo por un lado. Se actúa también sobre la lámina y el pedículo pero mucho menos que en la técnica PLIF.
Una vez que el cirujano accede al disco, se retira este y se pone una caja junto con injerto entre los dos cuerpos vertebrales. Lo podemos ver en la foto de arriba cómo se realiza. El esquema es una vista lateral. Si nos fijamos en la foto de debajo, vemos representado lo mismo pero viéndolo desde arriba.
Junto con la caja se pone injerto de hueso. De esta forma se permite que puedan fusionarse ambas vértebras con el tiempo.
Igual que hacíamos con la técnica PLIF, se sujeta todo en su sitio poniendo tornillos pediculares en la vértebra de arriba y de abajo. Después se ponen dos barras (una a cada lado) sujetas a los tornillos para inmovilizar el segmento operado. También se añade injerto en esta zona para dar mayor posibilidades de conseguir la artrodesis. Lo podemos ver en la foto inicial del post.
Ventajas de la artrodesis intersomática lumbar transforaminal (TLIF)
El acceso transforaminal tiene algunas ventajas. Por un lado, evita las complicaciones vasculares que se pueden producir en la vía anterior. También es menos invasiva que la técnica PLIF y por eso tiene menos complicaciones neurológicas que esta vía.
Inconvenientes de la técnica TLIF
El inconveniente de TLIF es la agresión a la musculatura posterior. Comentábamos algo similar al hablar de la técnica PLIF. La lesión de la musculatura paravertebral extensora puede provocar un mayor dolor postoperatorio, prolongar los tiempos de rehabilitación y tener un peor resultado funcional.
No sólo se daña al propio músculo y las inserciones en el hueso en la intervención. En ocasiones se dañan también las ramas nerviosas que llevan la señal a estos músculos. Esto contribuye a la pérdida de capacidades de la musculatura que debe estabilizar la columna lumbar. Depende del grado de daño ocasionado, pero lógicamente se limita las posibilidades de recuperar al completo esta musculatura.