
En un post anterior hemos hablado de la cruralgia y sus diferencias con la ciática. Ambos están causados habitualmente por hernias discales a nivel lumbar. La ciática surge sobre todo como consecuencia de una hernia L4-L5 o L5-S1. La cruralgia por hernias más altas, como pueda ser L1-L2, L2-L3 o L3-L4. La raíz L4 realmente afecta a ambos nervios, tanto el crural como el ciático, dependerá del grado de afectación. Hoy voy a hablar de las complicaciones de una hernia lumbar alta que pueden justificar una cirugía.
Es importante conocer las complicaciones que pueden surgir. Para entenderlo recomiendo leer antes el post dedicado a la cruralgia. Lo habitual es que un hernia dañe una sola raíz nerviosa o quizás dos. Luego veremos como la situación puede ser peor, aunque afortunadamente es muy raro que ocurra.
Una hernia posterolateral L2-L3 por ejemplo, dañará la raíz L3. Lo habitual es que las hernias sean posterolaterales, que es la zona “débil” por la que sale el disco dañado. En ocasiones salen por un a zona más lateral aún y las llamamos foraminales porque se producen justo por donde está el agujero por donde sale la raíz. Si en el nivel L2-L3 se produjera una hernia foraminal afectará con mayor probabilidad a la raíz L2. Este mismo razonamiento es aplicable al resto de niveles lumbares.
¿Qué complicaciones puede producir una hernia lumbar alta?
El dolor y las sensaciones que notamos en la cara anterior del muslo se deben a la afectación de la parte sensitiva de la raíz. Los nervios sensitivos son más sensibles a sufrir un daño y son habitualmente los que se dañan antes. La afectación sensitiva no sería un motivo para operar la hernia salvo que produzca un dolor insoportable que se mantiene en el tiempo.
Si se daña la parte motora de la raíz, se producirá una pérdida de fuerza. En el caso de una hernia lumbar alta se verán afectados los músculos cuádriceps, aductores y psoas principalmente, variando la afectación en función de la raíz o raíces afectadas. Una pérdida de fuerza es motivo para operar una hernia, sobre todo si hay un empeoramiento progresivo. Hay que tener en cuenta que si la raíz está atrapada y se está dañando, cuanto antes la liberemos menos daño y secuelas habrá.
Hemos hablado de las hernias que se ven de forma habitual (posterolateral y foraminal) pero en ocasiones se produce una gran hernia central. Este tipo de hernia puede afectar a todas las raíces nerviosas que pasan por allí y producir lo que llamamos síndrome de la cola de caballo. Una gran hernia ocuparía todo el canal. Por el canal desciende la médula por toda la columna terminando donde comienza la zona lumbar. A partir de ese punto sólo descienden raíces nerviosas. Cuanto más arriba es la hernia, más grave será el síndrome de la cola de caballo. En otras palabras, una hernia masiva en la zona lumbar alta puede ser más grave que en la zona baja por la posibilidad de afectar a más raíces.
El síndrome de la cola de caballo es una urgencia quirúrgica y se debe operar lo antes posible para evitar que progrese el daño. Lo grave de esta lesión, aparte de la afectación muscular amplia, es la afectación de las raíces sacras. Estas raíces se encargan de funciones tan importantes como la micción, erección, eyaculación y la evacuación de heces. En el post sobre la cola de caballo hablo más en profundidad de esta complicación.
¿Cuando es necesaria una cirugía por hernia lumbar alta?
De forma general una hernia lumbar se debe operar cuando se producen complicaciones neurológicas o cuando produce un dolor invalidante que no cede tras un tiempo con tratamiento. Dado el buen pronóstico de una hernia discal, si no hay complicaciones, lo habitual es esperar meses a pesar del dolor, dado que lo normal es que se termine quitando.
Esto sería una visión general porque la presencia de una complicación no necesariamente significa que se deba operar. Hay que tomar muchos más factores en cuenta. En ocasiones la hernia daña la raíz motora de forma puntual sin que quede atrapada. En estos casos la cirugía no cambia la situación. Si por el contrario la raíz sigue sufriendo y el daño neurológico va progresivamente a peor, sólo la cirugía puede evitar el empeoramiento. En lesiones graves como el síndrome de la cola de caballo, la cirugía urgente será fundamental para frenar el daño y tener las menores secuelas posibles.
También hay otras consideraciones como la situación médica del paciente que pueden desaconsejar una cirugía. En todo momento hablamos de hernias discales que es lo más frecuente. En ocasiones hay otras lesiones añadidas que pueden aconsejar una intervención y que no estamos tratando aquí.