
La densitometría es una prueba médica que nos permite analizar la cantidad de masa mineral ósea que tenemos en los huesos del cuerpo. Todo esto parecen palabras complicadas pero ahora lo voy a explicar de forma fácil además de contar cómo interpretar los resultados de esta prueba.
Qué es la densidad mineral ósea o masa ósea
La palabra “ósea” es sinónimo de hueso y la masa mineral se refiere a la densidad que tiene el material que lo forma. Cuanto más densa es la cantidad de mineral que contiene el hueso, mas cantidad hay en una zona determinada, más grueso es y más resistencia tiene. Este sería el resumen básico. Después las cosas no son tan sencillas.
Al realizar una densitometría medimos la masa ósea para saber lo resistente que es el hueso. Esto nos permite saber el riesgo que tiene la persona de sufrir una fractura. Cuando tenemos muy poca densidad mineral ósea hablamos de osteoporosis y hay un mayor riesgo de que el hueso se rompa. El problema es que la masa ósea no es el único factor que marca la resistencia del hueso. La arquitectura que tiene el hueso, por ejemplo, también es muy importante.
Imaginemos un edificio. Si las vigas están colocadas correctamente, el edificio será muy resistente. Si construimos el mismo edificio con el doble de vigas pero están mal colocadas, el edificio se derrumbará con mayor facilidad a pesar de tener más material. Trasladando este ejemplo a nuestros huesos, medir la densidad del hueso no nos dice todo sobre la calidad de este.
Dicho esto, hay una correlación importante entre la densidad ósea que medimos y la resistencia del hueso. Por eso la densitometría ósea nos da muchos datos y es muy útil para el estudio de la salud del hueso.
Cómo se realiza la densitometría ósea
La densitometría ósea se realiza mediante una técnica llamada DEXA. Esta nomenclatura viene dada de la traducción en ingles de las siglas DXA (dual energy X-ray absorptiometry). Esta es la técnica más utilizada aunque hay otras. El aparato utiliza dosis muy bajitas de rayos X para medir la densidad del hueso.
Durante la prueba se van a realizar mediciones a nivel de las vértebras lumbares y la parte más alta del fémur, la que forma parte de la articulación de la cadera. Esto es lo más habitual aunque se pueden estudiar otros huesos.
Cómo interpretar los resultados de la densitometría ósea
En el informe de los resultados de la densitometría vemos unas cifras y unos dibujos. Hay dos valores que se determinan, los llamados T-score y Z-score. El T-score es un cálculo matemático que sale de comparar el resultado de la densidad ósea con la de una población joven de referencia. El Z-score compara el resultado con valores de referencia ajustados a la edad, sexo y raza.
Hemos dicho que la densitometría sirve para detectar la presencia de osteoporosis. La mayoría de la veces la osteoporosis viene con la edad y con la menopausia en el caso de las mujeres. En estos casos se utiliza el T-score. Si el valor es menor de -2,5 se considera que la persona tiene osteoporosis. Cuando el valor está entre -1 y -2,5 se considera osteopenia, que sería un grado menor de perdida de masa ósea. Esto sería en ausencia de fracturas. En caso de tener fracturas en sitios típicos como la muñeca, vértebras o en el hombro, algunas guías consideran osteoporosis con valores entre -1 y -2,5. Incluso, si tenemos fractura de cadera, se considera que tiene osteoporosis independientemente del resultado. En personas jóvenes o que no han llegado a la menopausia se utilizará el Z-score.
Estos datos numéricos se pasan a un dibujo con los valores normativos donde vemos los colores de un semáforo. La zona verde representa los valores de normalidad que eran aquellos por encima de -1. En naranja tenemos los correspondientes a la osteopenia (entre -1 y -2,5). La zona roja corresponde a la osteoporosis. Nuestro resultado está representado con un punto en la gráfica como vemos en el ejemplo. Las lineas que salen representan los valores habituales de la población. Si nos fijamos, está ajustado a la edad como vemos en la parte de abajo de la gráfica.