
La osteoporosis es una enfermedad silenciosa que debilita los huesos del cuerpo y los va volviendo más frágiles. Lo llamamos silenciosa porque la persona que lo padece no va a notar nada. No va a doler ni va modificar nuestra vida de ninguna forma hasta que llega el momento de producirse una fractura. La fragilidad que se ha desarrollado en los huesos hace que una caída o un sobreesfuerzo puedan provocar la rotura de un hueso.
La debilidad del hueso no ocurre en todo el cuerpo por igual. Lo más frecuente en los servicios de urgencias es ver pacientes que acuden con fracturas a nivel de la muñeca, la cadera y las vértebras de la espalda. Las personas que acuden a urgencias muchas veces no han tenido ningún problema hasta que una pequeña caída termina con esta rotura del hueso.
Siendo este un blog de espalda voy a centrarme en las vértebras de la columna. A la parte principal y más grande de cada vértebra la llamamos “cuerpo vertebral”. El cuerpo de la vértebra es una estructura cilíndrica que no es maciza. Tiene una estructura trabecular, es como un pequeño edificio con sus vigas. Cuando la estructura no aguanta la presión se resquebrajan estas vigas y se produce un derrumbamiento de este edificio. Esto termina con un colapso de este cuerpo vertebral. En una persona con osteoporosis, al ser más débil la vértebra, se puede romper con gestos banales como coger a un niño en brazos o en un ataque de tos. Una vez que la vértebra se ha roto, entonces comienzan los síntomas como el dolor.
Mucha gente asocia el diagnóstico de osteoporosis con sus dolores de espalda pero no es así. El dolor de espalda es muy común y si vamos al médico y nos dice que tenemos osteoporosis pues es normal pensar que es la causa. Pero la causa del dolor de espalda suele estar en el desgaste de los discos y articulaciones, lo que llamamos de forma genérica artrosis. La osteoporosis es solo fragilidad y predisposición a que estos huesos se puedan romper.
La causa más frecuente de osteoporosis es la menopausia en la mujer debido a la bajada del nivel de estrógenos. Los estrógenos son hormonas que, entre otras muchas funciones, ayudan a mantener la estructura normal del hueso. Esto ocurre sobre todo a partir de los 65 años. En muchas ocasiones se diagnostica cuando nos fracturamos un hueso tras una caída o gesto banal. Aunque cada vez se hacen más controles en las edades donde es más frecuente padecerlo y se diagnostican antes de producirse consecuencias.
La prueba que utilizamos para ver la fortaleza del hueso se llama “densitometría ósea”. En esta prueba se analizan las vértebras lumbares y la cadera y nos da una idea objetiva del riesgo que tenemos de sufrir una fractura. Con estos datos nuestro médico nos informará de la necesidad o no de tratamiento.
Independientemente de si necesitamos medicación hay una serie de cosas que debemos saber:
1 – El tabaco acelera la pérdida de esta masa de hueso que nos protege de las fracturas. Fumar hará que lleguemos a la menopausia con los huesos en peor estado y que empeoren más de lo normal en ese proceso natural tras la pérdida de los estrógenos.
2 – El ejercicio físico moderado realizado con constancia va a reforzar los huesos. La actividad física pone más presión sobre los huesos y los obliga a reforzarse. De esta forma desarrollan una estructura más solida y mineralizada.
3 – La alimentación es importante. El calcio por ejemplo está en muchos alimentos. Todos conocemos los productos lácteos, pero no son los únicos que tienen calcio. De hecho tomarse unas sardinas por ejemplo proporciona mucho más calcio que cualquier otro alimento. Si pensamos que nuestra nutrición puede ser insuficiente por el motivo que sea debemos preguntar a nuestro médico porque pueden ser necesarios suplementos de calcio y vitamina D.
4 – Hemos comentado que los huesos son más frágiles pero la mayor parte de las veces tiene que producirse una caída o similar para que se rompan. Por lo tanto el último consejo sería tener mucho cuidado con las caídas. Es este sentido hay muchas variables a tener en cuenta pero voy a centrarme en tres cosas.
a – En cuanto a nuestra salud, no debemos engordar mucho porque nos vuelve más torpes y propensos a poder sufrir una caída. También es importante corregir los defectos de la vista revisándonos periódicamente con nuestro oftalmólogo.
b – En casa evitar los objetos en las zonas donde vamos a caminar. Esto incluye alfombras y otros desniveles que nos puedan hacer tropezar. Al caminar hay que evitar el uso de zapatillas que no sujeten bien el pie como las pantuflas.
c – Una vez en la calle, hay que ser cuidadosos y saber nuestras capacidades. Si no tenemos seguridad caminando debemos utilizar productos de apoyo adecuados a nuestra situación como puede ser un bastón de mano.