
La lesión del latigazo cervical se refiere al síndrome que causa un gesto brusco de flexoextensión del cuello. Lo típico es el accidente de coche donde una colisión nos hace parar de forma brusca. Nuestro cuerpo está sujeto por el cinturón de seguridad y por eso la cabeza sale lanzada hacia delante provocando sufrimiento en el cuello cuando se frena el impulso.
¿Qué síntomas produce el latigazo cervical?
Los síntomas son bien conocidos porque desgraciadamente esta lesión es muy frecuente dada la cantidad de accidentes de tráfico menores que hay. Estos incluyen:
– Dolor cervical con contracturas dolorosas en los músculos que estabilizan el cuello, como por ejemplo, los trapecios.
– Pérdida de movilidad en el cuello con sensación de rigidez.
– Dolor de cabeza (cefaleas).
– Mareos. Se producen sensaciones puntuales de inestabilidad sin giro de objetos.
Es un síndrome doloroso que muchas veces se prolonga en el tiempo y que contrasta con la falta de lesiones en las pruebas de imagen. En ocasiones, tras semanas de dolor, nos realizan una resonancia magnética que suele ser normal.
En cuanto a la evolución de la lesión desde el punto de vista médico podéis leer el post en el que trato el esguince cervical. Me voy a centrar en este post en el debate acerca de estas lesiones.
Este tema vuelve a estar en debate ya que en enero de este año en España ha entrado en vigor un nuevo baremo que determina las indemnizaciones que se dan en los accidentes de tráfico. Hay mucha discusión en cuanto a las lesiones que se producen en colisiones leves donde se genera un dolor en el cuello. Hay tal cantidad de choques de pequeña índole entre vehículos de motor que este tema mueve cantidades inmensas de dinero. Existen defensores de que estas lesiones no existen y que son fruto de las indemnizaciones que se perciben por ellas. De aquí viene el dicho de “cuponazo cervical”.
Numerosos estudios ponen de manifiesto la influencia de los beneficios económicos como un factor de empeoramiento de la situación clínica, es decir, los que estaban pendientes de indemnizaciones tenían peor evolución en la fase de recuperación del accidente. En Australia hubo un cambio de legislación hace ya unos años donde se quitaban las compensaciones debido a síntomas menores tras un latigazo cervical. Un estudio evaluó la situación médica de los pacientes antes y después del cambio de legislación demostrando una mejoría en la recuperación de los pacientes tras la retirada de indemnizaciones.
Si vamos un poco más lejos, hay países donde el latigazo cervical no existe; no porque no se produzca este mecanismo lesional sino porque no está contemplado como daño con derecho a indemnización y porque no se realizan estos diagnósticos. Los defensores de esta visión opinan que si no hay indemnización, son dolores que uno pasa en el silencio de su hogar y que no duran más de unos días o semanas sin más problemas y no son lo suficientemente invalidantes como para trascender en este sentido.
¿Cuál es la realidad? Voy a comentar lo que es de sentido común y añadiré un poco de mi experiencia y opinión. Se sabe que hay un pequeño porcentaje de personas que aprovechan la ley para llevar a cabo un fraude. Simulan sufrir un latigazo cervical para recibir indemnizaciones. Existe un baremo específico que regula estos procesos (al ser tan frecuentes) y esto hace relativamente sencillo consumar este fraude.
Estas personas realmente son el porcentaje más pequeño (menos del 5%) y son auténticos profesionales dedicados a vivir de engañar a seguros y jueces. El restante 95% son lesiones que probablemente sí existen. En mi experiencia los simuladores son excepcionales, lo que sí se ve con cierta frecuencia son los “exageradores”. No cabe duda que hay personas que sucumben ante la tentación de prolongar los días de baja o el proceso de rehabilitación. Probablemente este es el motivo de que no se vean estos procesos en los países donde no hay indemnizaciones.
En resumen, las lesiones existen con mayor o menor intensidad y la mayoría de las personas lo superan como pueden sin reparar en estos temas. También hay una minoría que “exageran” para rentabilizar un proceso que les ha ocurrido de forma fortuita. Sólo unos pocos aprovechan el sistema para realizar un fraude simulando lesiones que no se han producido.
Una sufridora más says
Hace dos años sufrí un accidente de tráfico leve, tanto mi marido como mi hijo que iban en el coche tuvieron molestías en el cuello que desaparecieron en poco tiempo. En mi caso, sin embargo, no fue así. En áquel momento estaba diagnosticada de una hernia foraminal l5s1 ipsilateral izquierda, con neuropatía crónica de la raíz l5 que me provocaba ciática con pérdida de fuerza y sensibilidad, además de tener un déficit de vitamina D que me había provocado debilidad en toda mi musculatura. Un mes antes de accidente había cancelado la operación de espalda, por miedo, no por qué estuviera bien, quería darle tiempo a que mi cuerpo se recuperara del déficit de vitamina D.
Un porrazo por detrás en un paso de peatones no era el mejor tratamiento para mi maltrecho cuerpo. Minutos después del accidente no sentía la pierna, ni podía mantenerme de pie. Me llevaron a urgencias allí me sentí juzgada, parecía que yo estaba fingiendo lo que me pasaba, que el dolor no era real, ni la pérdida de fuerza en la pierna. Me dejaron en observación y me dieron el alta al día siguiente ya que no había ninguna bandera roja. No podía caminar, no tenía equilibrio, veía borroso, un dolor que no desaparecía con la analgesía, etc. Había perdido toda mi autonomía.
Tras eso vinieron las citas con los traumatólogos de mi seguro, el del contrario, el SAS para que evaluaran de nuevo, el rehabilitador, el forense, etc. Más que intentar ayudarme a recuperar mi salud, parecía que querían demostrar que yo estaba intentando sacar provecho de la situación. Como le dije al jefe de servicio de traumatología de mi seguro, que yo no quería dinero, que quería recuperar mi salud, que cómo yo me encontraba no me podían dar el alta. Él me dijo con cierta prepotencia que todo está baremado según ha sido el accidente y el coste de arreglar el coche, que el tiempo de recuperación máximo está limitado, que en mi caso eran dos meses, que si no me había recuperado que tardaría un tiempo que no se podía predecir.
Han pasado dos años y aún estoy convaleciente. Me han intervenido una vez y estoy esperando a que pasen los 18 meses para quitarme el material de osteosintesis y revisarme de nuevo el canal medular. De momento sigo incapacitada para trabajar, incluso requiero de un andador para salir a la calle, no aguanto más de 10 minutos caminando, vivo con dolor constante, que sobrellevo ya sin tomar medicación, he dejado de luchar contra él y lo que hago es convivir con él de la mejor manera.
Yo tenía un problema lumbar que con el accidente se exacerbó y al que se le añadió un latigazo cervical. Yo entiendo que cómo médicos tenéis la obligación, en caso de que haya indemnizaciones de por medio, de pensar que el paciente puede estar exagerando los síntomas, pero es muy desagradable para el paciente sentirse cuestionado y juzgado. Mi intervención se demoró casi un año tras accidente por que al no ser urgente tenían dudas de mí ya que un mes antes del accidente había cancelado una operación.
Yo recibí una indemnización por el accidente en la que no se tuvo en cuenta la intervención. No me produjo ninguna alegría, no me ha servido para recuperar mi salud, mi vida. No hay dinero que compense todo lo que llevo sufrido y lo que me queda aún, que es lo peor. Así que creo que en mi caso no hubo ningún cuponazo del latigazo y he sido víctima de un sistema que está pensado para evitar el fraude tratando al accidentado cómo un defraudador no cómo un enfermo.
He usado este comentario para desahogarme de una situación que he vivido y que ha sido bastante injusta. El post que has escrito, cómo sueles hacer, está muy bien, no has herido mi sensibilidad, lo que dices es la cruda realidad.
Un saludo,
Una sufridora más
Dr. Serrano Sáenz de Tejada says
Hola sufridora, efectivamente en estos temas pagan justos por pecadores. Todo el sistema creado en torno a los accidentes de coche está centrado en los baremos (que se crearon para regular una situación tan frecuente por desgracia). Esto ha llevado en muchas ocasiones a la despersonalización del sufrimiento individual de cada paciente, clasificándole dentro de un grupo. Además de esto, como bien comentas, muchas veces ocurre que se cuestiona al paciente, cayendo sobre él la sospecha de rentabilización del accidente. Esto es un injusto en una mayoría de pacientes que solo pretenden recuperarse de una lesión que han sufrido, y ven que tienen que sufrir las consecuencias de esta situación creada. Gracias por tu valiosa aportación. Un saludo.
Cinta says
Yo también tengo dañadas las cervicales, desde la c3- hasta la C7 y a veces tengo miedo que me den un golpe por detrás con el coche. Tal como es un latigazo cervical es una molestia que dura unos días, pero cuando ya tienes lesionadas las cervicales supongo que debe ser horrible un latigazo cervical, no es lo mismo y creo que eso deberían tenerlo en cuenta. Saludos
Dr. Serrano Sáenz de Tejada says
Hola Cinta, efectivamente un accidente puede complicar una situación de daño previo y no siempre se valora justamente. Gracias por tu aportación, un saludo.