
Tengo dolor lumbar y me han recomendado natación. ¿Es lo mejor que puedo hacer? ¿Tengo que tener alguna precaución?
La natación, de forma general, es una buena manera de realizar ejercicio sin forzar las articulaciones. Se suele tolerar bien y las lesiones relacionadas con este deporte casi se limitan a los dolores de hombro. La natación es el deporte clásicamente recomendado por los médicos para casi todo. Pero, ¿tienen razón en recomendarla tanto? ¿es beneficiosa para todas las lesiones?.
La ventaja principal de este deporte es que estamos en el agua y no sufrimos el efecto del peso de nuestro cuerpo en las articulaciones. Esto limita mucho la posibilidad de lesionarnos mientras lo practicamos. Los músculos que utilizamos mientras nadamos son principalmente los músculos del cuello y la parte media de la espalda (columna dorsal) además del tríceps. También ejercitamos las piernas, aunque depende de las patadas que demos.
La natación no es igual de beneficiosa para todas las lesiones y en algunas lesiones hay ejercicios mejores que la natación. Por lo tanto hay que matizar y explicar lo que nos puede ofrecer la natación. Decir que la natación es fantástica y recomendarla para todo es simplificar en exceso.
Lo primero que habría que preguntar al paciente es si sabe nadar correctamente. No todo el mundo sabe nadar y entre los que saben, no todos nadan adecuadamente. No hay que ser un experto pero sí realizar gestos suaves y coordinados para evitar que sea más lesivo que beneficioso.
La natación es probablemente el mejor deporte para prevenir y rehabilitar las lesiones de la parte media de la espalda (columna dorsal). Aquí no hay discusión, pero las lesiones de cuello (cervical) y de la zona baja de la espalda (lumbar) requieren de ciertas matizaciones. Ahora os voy a hablar de la zona lumbar y dejaremos la región cervical para el próximo post.
La estabilización de la zona baja de la espalda requiere del entrenamiento de una serie de músculos como son los abdominales y los extensores lumbares entre otros. En la natación se trabajan razonablemente bien aunque las posturas pueden provocarnos molestias en algunos estilos. Cuando nadamos a crol y a braza (también con la mariposa pero pocos la practican) al estar boca abajo sobre el agua no todo nuestro cuerpo flota por igual. La zona de las nalgas tiende a flotar. Cuando movemos los brazos y las piernas para mantenernos a flote hay una tendencia a extender demasiado la zona lumbar. Si nos fijamos en la foto principal del post, la persona está nadando a crol, podemos ver cómo las nalgas sobresalen del agua porque flotan más y ella arquea la espalda para sacar el brazo del agua. Este gesto de hiperextensión lumbar puede ser molesto en algunas lesiones de la espalda.
Si nos fijamos en esta otra foto donde vemos que está nadando a braza, la extensión de la zona lumbar es aún mayor.
¿Cómo sabemos si a mi me va a doler esta postura? Si nos gusta nadar y queremos nadar (sabiendo que hay otro tipo de ejercicios que pueden ser igual de buenos o mejores) lo mejor que podemos hacer es probarlo. Aunque hay lesiones en las que podemos sospechar que molestará, la realidad es que no hay certeza absoluta. Lo razonable es nadar a los estilos que sabemos y si no nos provocamos dolor durante o después del ejercicio, pues adelante.
En resumen, la natación es muy recomendable para muchas lesiones pero hay que saber lo que debemos esperar de ella en función de cada lesión. No es una magia universal y funciona mejor para unas cosas que para otras. La natación en sencillamente natación.
Ana says
Me gustaría saber la repercusión que tiene practicar carrera para la espalda. Gracias.
Dr. Serrano Sáenz de Tejada says
Hola Ana, puedes leerte el post «deporte tras una lumbalgia» donde menciono algunos detalles al respecto. Por otro lado tengo preparado un post en el que hablo específicamente del tema y que saldrá a lo largo de las próximas dos semanas.
Un saludo.