
En este post quiero explicar los reflejos que evaluamos cuando hay una lesión cervical. Para entender en qué consisten los reflejos osteotendinosos que tomamos con un martillo en la consulta, recomiendo ir al post del enlace antes de seguir leyendo. También el post en el que hablo de los reflejos en las piernas puede ayudarnos a entender todo mejor. Entre las vértebras cervicales salen las raíces nerviosas que van a formar los nervios que van por el brazo. A través de estos nervios viaja la señal que nos permite mover los músculos de los miembros superiores.
En las lesiones cervicales, como puede ser una hernia, nos preocupa que pueda haber una lesión de la raíz nerviosa. Tomar los reflejos nos ayuda a saber cómo están las vías nerviosas. Vamos a ver los reflejos que exploramos los médicos en la consulta:
– El reflejo bicipital. Para tomar este reflejo golpeamos en la parte anterior del codo, en la zona flexora. Al golpear se va a flexionar levemente el codo. Con este gesto estamos evaluando las raíces C5 y C6 que están implicadas en este arco reflejo. Tiene más protagonismo C5 al contrario que el siguiente reflejo que vamos a explicar.
– El reflejo braquiorradial. Este reflejo lo vamos a conseguir golpeando en el tendón del músculo supinador largo en la parte lateral y distal del antebrazo. En otras palabras, en la raíz del dedo gordo de la mano pero más arriba, por encima de la muñeca. Al tomar el reflejo se flexiona el codo, que es la principal función de este músculo que es el supinador largo. Con esta maniobra vamos a evaluar las raíces C5 y C6 como con el reflejo anterior pero está vez predomina C6.
– Reflejo tricipital (imagen inicial del post). El tríceps es un músculo que está en la parte de atrás del brazo y es el que se encarga de que podamos extender el codo, es decir, tener el brazo recto. La extensión del codo va a favor de gravedad por lo que hay que cambiar la postura del brazo para evaluar el reflejo y ver el movimiento de extensión de codo durante la maniobra. Al tomar el reflejo tricipital estamos evaluando fundamentalmente la raíz C7, aunque tiene algo de componente C6.
Lo más importante al interpretar los reflejos quizás es la comparación con el otro brazo que supuestamente está sano. Vamos a poner un ejemplo. Si el reflejo no sale podemos interpretar que la vía se ha visto afectada en algún punto y asumir que hay una lesión neurológica. Si no conseguimos sacar el reflejo en el lado sano, la cosa cambia. Quizás no somos capaces de sacarlo por algún motivo (esto ocurre) o que hay otro motivo, como puede ser la medicación por ejemplo, que hace que no salgan.
También puede ocurrir que un reflejo parezca normal y que al compararlo con el lado sano observemos que está más apagado que en el lado sano. Esto nos puede indicar que estamos ante una lesión.
Si el resultado de la maniobra es un reflejo que está exaltado, entonces la causa de la lesión ya no estará probablemente en la raíz nerviosa y se encontrará en las vías superiores que regulan esta respuesta. El cerebro manda una serie de vías nerviosas hacia la médula que tienen la función de regular la intensidad de las respuestas motoras. Si están dañadas estas vías podemos tener un reflejo exaltado, muy aumentado. En otras palabras, una hiperreflexia puede ser debido a una lesión medular o cerebral. No debemos asustarnos por este dato, con un solo reflejo no podemos sacar estas conclusiones. Son datos sugerentes que deben cuadrar con el resto de la exploración y las pruebas de las que dispongamos.