
En un post anterior hemos hablado de los efectos perjudiciales del tabaco y su relación con las lesiones de espalda. No voy a hablar de lo mismo. El enfoque de hoy va dirigido a la decisión de someterse a una cirugía. En esta web hemos hablado de los criterios que aconsejan o no una cirugía pero nos hemos limitado a las cuestiones clínicas. Siempre hay factores “menores” que pueden cambiar la balanza a una decisión diferente. Uno de estos factores en el tabaco.
¿Que ocurre cuando un fumador se opera la espalda?
De forma general podemos decir que los resultados de esa cirugía van a ser claramente peores por muchos motivos. Todo lo que comento aquí está demostrado con estudios serios. Vamos a verlo:
– Se producen más complicaciones. Hay mayores problemas para conseguir el cierre y posterior cicatrización de la herida quirúrgica. También se producen más infecciones con los problemas asociados que esto conlleva.
– Mayor tasa de fracaso en conseguir la fusión tras una artrodesis. Como comento en el post sobre artrodesis, en esta cirugía se pretende que el hueso consolide y fije la articulación. De esta forma se produce un bloque de hueso que elimina la movilidad en el segmento operado. Mientras esto ocurre, se ponen unas barras y tornillos para sujetarlo. En los fumadores fracasa muchas veces esta consolidación y se producen complicaciones cuando el material implantado termina por fatigarse y no aguantar.
– Los fumadores necesitan utilizar más analgésicos durante la recuperación de la cirugía.
– El resultado funcional es peor en cuanto al patrón de marcha tras la cirugía.
– Un estudio demostraba como los fumadores tenían una peor calidad de vida a los dos años tras la cirugía comparado con los no fumadores.
¿El tabaco es un motivo para no operar?
Hoy día la realidad es que no se toma mucho en cuenta pero se debería. Los estudios que han salido en los últimos años quizás hagan replantear su importancia. En toda cirugía tiene que haber un equilibrio entre el riesgo que asumimos y el beneficio que podemos obtener. Por todo lo comentado antes, el tabaco puede llegar a desnivelar esta balanza en algunos casos.
¿Qué pasa si dejo de fumar antes de operarme?
Si una persona deja el hábito de fumar definitivamente y después se somete a una cirugía, la cosa cambia. El resultado de la cirugía en los pacientes que dejan de fumar se acerca mucho al de los no fumadores. No es igual pero está más cerca de la normalidad que de los resultados de las personas que continúan con el tabaco.
En resumen si te van a operar de la espalda debes dejar el tabaco. Si no lo vas a hacer quizás se deba reevaluar el equilibrio entre el riesgo y el beneficio de someterte a dicha cirugía.