
La estimulación medular es una técnica que se utiliza para paliar el dolor crónico. En el post del enlace lo explico más a fondo. Se utiliza en lesiones de espalda sobre todo cuando hay dolor neuropático en las piernas que no ha mejorado con otros tratamientos. Lo habitual es que estos pacientes hayan pasado por una o más cirugías de espalda y tengan una fibrosis epidural con dolor crónico, sobre todo en las piernas. Tradicionalmente se han utilizado estímulos de baja frecuencia para este propósito. Recientemente existen sistemas que utilizan una estimulación de alta frecuencia. Hoy vamos a ver qué nos puede aportar.
Qué es y cómo funciona la estimulación medular de alta frecuencia
La estimulación medular para mejorar el dolor se realiza con electrodos colocados en la columnas posteriores de la médula. Si nos fijamos en la foto vemos como los electrodos van por dentro de la columna, en la parte posterior que es por donde viaja principalmente la sensibilidad por la médula.
Dentro del canal medular que forma la médula, los electrodos se ponen en el espacio epidural. Este espacio es el que está por fuera de las capas de tejido que protegen la médula (meninges). La ubicación en cuanto a la altura de la columna se refiere, es en el nivel entre T8 y T11.
La tendencia es a utilizar electrodos que vienen en una placa. Esta placa tiene una textura como el de una silicona, para que nos entendamos. Esto permite que, una vez colocados, queden amoldados y retenidos en el espacio epidural y no se muevan.
Se llama HF10 porque utiliza alta frecuencia (High Frequency en ingles) de 10 kHz.
Electrodos en la estimulación de alta frecuencia
En el método tradicional los electrodos se colocan realizando un mapeo durante la intervención. Esto se hace de la siguiente manera. Se utiliza un electrodo que el cirujano va moviendo y estimulando provocando parestesias (hormigueos). De esta forma se busca producir parestesias en la zona de dolor. Una vez encontrado el punto adecuado de tratamiento, se deja ahí el electrodo.
Esto tiene dos consecuencias. Por un lado, las parestesias que deja la estimulación de baja frecuencia no las toleran bien todos los pacientes. Se puede volver muy incómodo y alterar la vida de la persona que lo lleva. Por otro lado, estos electrodos tienen más riesgo de moverse. Con el paso de los meses algunos pacientes dejaban de notar alivio y se podía ver que estos electrodos habían migrado. Al no estar en su sitio el tratamiento perdía su eficacia.
Efectividad de la estimulación de alta frecuencia para tratar el dolor
Los estudios que miden la eficacia y la comparan con el método tradicional destacan dos cosas en cuanto al control del dolor. Reduce significativamente el dolor en un porcentaje muy alto de los pacientes, más que con la baja frecuencia. La reducción del dolor es también eficaz en el dolor de espalda. La estimulación tradicional tiene cierto éxito con el dolor de las piernas pero falla mucho en su efectividad para controlar el dolor lumbar.
Ventajas de la estimulación medular de alta frecuencia
A modo de resumen de lo anterior, podemos decir que la estimulación medular de alta frecuencia tiene tres ventajas principales sobre la baja frecuencia.
– Nos permite tratar el dolor sin provocar parestesias en el paciente.
– Es más eficaz, no sólo sobre el dolor en las piernas, sino también en el dolor lumbar.
– No hay que realizar un mapeo durante la cirugía.
– Los electrodos tienen menos riesgo de descolocarse si se utilizan las placas.
Inconvenientes de la estimulación medular de alta frecuencia
La desventaja principal que tiene este nuevo método está en la utilización de electrodos de placa. Su implantación requiere una cirugía un poco más invasiva que en el método tradicional. Para colocar las placas hay que quitar parte de hueso de las vértebras (parte de la apófisis espinosa y de la lámina) y se trabaja más en contacto con la médula. Teóricamente estaríamos debilitando más la estructura vertebral que en el método tradicional y tendríamos más riesgo de dañar la médula. En la experiencia recogida con el nuevo método, no parece que todo esto esté siendo un problema.
En resumen, la estimulación medular de alta frecuencia parece que supone un avance respecto a la estimulación tradicional de baja frecuencia en el tratamiento del dolor crónico. Aún así hay pocos estudios todavía y progresivamente habrá más datos y experiencia con este nuevo método.