
La fibrosis epidural es una de los problemas que puede surgir tras una cirugía de espalda. Esta fibrosis es consecuencia del proceso natural de cicatrización como respuesta al daño que se hace en los tejidos al operar. La fibrosis es sí misma no tiene por qué ser perjudicial. El problema viene cuando se forman adherencias que impiden la libertad de movimientos de la raíz nerviosa. La raíz nerviosa, como vemos en la foto, necesita poder deslizar para adaptarse a los movimientos de la pierna. Si queda anclada por la fibrosis, no podrá hacerlo y se puede lesionar. En este post veremos qué podemos hacer para prevenir la fibrosis tras cirugía lumbar.
La fibrosis que se forma probablemente depende sobre todo de la técnica quirúrgica utilizada y también de la propia biología de cada individuo. Aquí veremos qué podemos hacer una vez que ya estamos operados.
¿Son adecuadas las maniobras para prevenir la fibrosis tras cirugía lumbar?
En las primeras semanas tras la cirugía se produce el proceso de cicatrización donde se formará la famosa fibrosis en la zona operada. Intuitivamente parece que si movilizamos la raíz y la hacemos deslizar constantemente no se quedará pegada durante este proceso de formación de la cicatriz y podremos prevenir la fibrosis.
Si nos está tratando un terapeuta es posible que nos haga movilizaciones de la raíz realizando una maniobra parecida al Lasegue que utilizábamos para evaluar la ciática. Esta maniobra consiste en levantar la pierna recta mientras estamos tumbados boca arriba como vemos en la foto.
Esto se realiza con frecuencia aunque no hay ningún estudio que lo respalde. Zhao realizó un estudio con 40 conejos a los que les realizó una cirugía con laminectomía a nivel lumbosacro. A un grupo se le realizó movilizaciones con la maniobra de Lasegue durante semanas habiendo otro grupo control al que no se le hacía nada. Después se hacía una disección de estos animales en diferentes semanas de evolución. El estudio sugería que la movilización intensiva provocaba mayor reacción inflamatoria las primeras semanas. Esto se traduciría en una mayor área de fibrosis y los autores concluían que podría agravar las adherencias.
Este estudio nos viene a avisar que no debemos hacer movilizaciones intensivas a lo loco. Probablemente realizado de forma suave y con cuidado será beneficioso pero esto requiere tacto y experiencia en estas lesiones por parte del terapeuta.
En un post anterior hablamos de cómo la maniobra de Lasegue en presencia de un atrapamiento de la raíz era perjudicial y podía dañar la raíz. Tenemos que tener en cuenta que es posible que la raíz tenga adherencias en el momento que realizamos las movilizaciones. Como explicaba en el post del enlace, si insistimos en este tipo de movilizaciones en presencia de un atrapamiento, provocaremos un daño en la raíz.
En definitiva, no queda claro a día de hoy si las movilizaciones específicas de las raíces nerviosas son recomendables. Probablemente realizadas de forma suave y en recorridos pequeños sea beneficioso aunque no está demostrado. Lo que sí está claro es que no se debe nunca forzar ante la presencia de dolor que nos baja por la pierna durante las maniobras. Esto puede significar que hay un atrapamiento de la raíz.
Hemos hablado de maniobras específicas de un terapeuta para movilizar el nervio ciático y sus raíces pero no es la única forma de darles movilidad. Con ejercicios activos sencillos adaptados cada momento de evolución probablemente podamos conseguir este objetivo sin forzar la zona lumbar y sin poner en riesgo la raíz.