
La discectomía es la técnica más utilizada para operar una hernia discal sintomática. Consiste en la retirada de la parte herniada del disco a través de una cirugía abierta. En el post de hoy quiero contar qué es lo que ocurre tras operarse basándome en la experiencia disponible en los estudios realizados sobre esto. Esto puede ayudarnos a manejar las perspectivas que tenemos con esta cirugía.
Los datos que voy a comentar salen principalmente de un estudio de Etsuro Yorimitsu publicado en la prestigiosa revista Spine en el año 2001. Este investigador observó la evolución de numerosos pacientes durante los diez años siguientes a ser intervenidos mediante discectomía.
¿Qué grado de éxito se tiene al realizar una discectomía?
En los estudios se utilizan escalas que toman en cuenta muchas variables. De esta forma evalúan el éxito o no de una intervención. Esto no es muy explicativo por lo que voy a dar datos más entendibles y concretos.
El objetivo principal de la discectomía es retirar la zona de disco que se ha salido de su sitio. De esta forma se libera a la raíz nerviosa que está sufriendo y se puede curar la ciática. La maniobra de Lasegue, como explico en el post del enlace, nos sirve para evaluar si la raíz nerviosa se ha liberado o sigue atrapada. En el 96% de las ocasiones se consigue este objetivo tras la cirugía. Visto así, podríamos decir que el grado de éxito es fantástico. En parte es cierto, pero no es oro todo lo que reluce como ahora veremos.
¿Qué secuelas podemos tener tras una discectomía?
El objetivo principal se consigue en la mayoría de las ocasiones pero el problema es que la cirugía conlleva una serie de problemas. En todo momento estamos hablando del largo plazo, una vez pasado el periodo de recuperación.
– Dolor lumbar. Hasta el 74% de los pacientes continúan con algún tipo de dolor lumbar crónico. La mayoría son dolores lumbares leves y ocasionales pero el 13% tienen dolores frecuentes que son en ocasiones severos. Esto de alguna manera viene a reflejar que tras una cirugía hay que cuidarse para mantenerse bien y libre de dolor y que en ocasiones tendremos molestias a pesar de ello. Esto en realidad ocurre con casi todo en el cuerpo humano. Una vez que tenemos un daño, podremos recuperarnos y estar bien pero no es igual que antes de la lesión aunque lleguemos a estar cerca.
– Dolor en la pierna. Mas de la mitad de las personas operadas continuarán con molestias en la pierna aunque se limita al 9,5% las personas que tendrán episodios de dolor severo. Como explico en el post sobre el dolor de la pierna tras la cirugía, aunque nos quiten la hernia el daño a la raíz nerviosa ya está hecho. El dolor ciático se quita pero muchas veces permanecen las sensaciones anormales en la pierna debido a la lesión que tiene la raíz sensitiva. Esto mejora durante la recuperación pero pueden quedar secuelas como vemos.
– Vuelve a salir la hernia en el mismo sitio. Entre el 5 y el 15% de los pacientes volverán a tener una hernia en el mismo sitio. Esto forma parte de las complicaciones que pueden surgir tras la cirugía.
– Necesidad de una nueva cirugía. El 12,5% de los pacientes requerirán una segunda cirugía en los siguientes años.
En resumen, la discectomía consigue descomprimir al nervio pero es muy frecuente quedar con cierto grado de dolor lumbar crónico y molestias en la pierna. Algo más del 10% necesitará una nueva cirugía debido a las complicaciones.