
Un lector de la web recientemente me ha comentado la escasez de información que hay en internet sobre las lesiones y los problemas de la columna dorsal. Debido a esto y que en esta web también hemos hablado poco, incidiré más sobre ello en el futuro. Voy a comenzar hablando de los nervios que tenemos en la columna dorsal. Conocer cómo funciona nos va a ayudar a comprender las sensaciones que podemos tener en una lesión dorsal.
La columna vertebral está formada por una torre de vértebras unas encima de otras. Entre cada dos vértebras hay un agujero que llamamos agujero de conjunción. Por este agujero sale una raíz nerviosa. Esto ocurre en cada segmento vertebral de la columna cervical, dorsal y lumbar. En la columna cervical estas raíces que van a formar los nervios que van a los brazos. En la zona lumbosacra van a formar los nervios que van a las piernas. ¿Qué ocurre con las raíces que salen de la columna dorsal?
La función de las raíces dorsales
Las raíces que salen de la columna dorsal van a formar nervios con diversas funciones:
– Sensibilidad de un dermatoma dorsal. La raíz nerviosa que sale de un nivel torácico recoge la sensibilidad de una zona de piel concreta que va desde la vértebra en la espalda hasta la parte anterior de la caja torácica abrazando en forma de cinturón como podemos ver en la imagen.
– Movilidad de los músculos intercostales. Los músculos intercostales se encuentran, como su nombre indica, entre medias de las costillas. Estos músculos son auxiliares de la respiración y son capaces de extender y comprimir la caja torácica.
– Movilidad de los músculos de la espalda. Los músculos paravertebrales en la zona media de la espalda están movidos por estos nervios.
– Sistema nervioso simpático. El sistema nervioso autónomo es aquel que maneja las funciones automáticas del cuerpo como pueda ser el sudar o la digestión. Está dividido en el sistema simpático y parasimpático como explico en el post del enlace. Cada uno de estos dos sistemas sale de sitios distintos. Pues bien, el sistema simpático se forma de las raíces que salen de la columna dorsal.
Lesiones que afectan a las raíces dorsales
– Hernia discal. Una hernia discal puede producirse en una segmento de la columna dorsal. En la zona cervical y lumbar afectan a las raíces que forman los nervios de los brazos y piernas y dan los síntomas irradiados a los miembros. En el caso de la zona dorsal, el dolor va a producirse en la zona inervada por esa raíz, es decir, un dolor siguiendo el recorrido de la costilla desde la espalda hasta la parte anterior del tórax. Si se produce una afectación muscular, una sola hernia tendrá poca trascendencia porque afectará a una pequeña parte de la musculatura que mueve el tórax. En raras ocasiones se afectará el sistema simpático como para que lo notemos. En el post sobre el Síndrome de Horner, hablábamos de la hernia discal como posible causa pero es algo muy raro.
– Fracturas. Son muy frecuentes los aplastamientos del cuerpo vertebral en la columna dorsal sobre todo en personas con osteoporosis. Después de una lesión de este tipo se puede irritar la raíz nerviosa y dar síntomas como los que comentábamos debidos a la hernia discal. Lógicamente otro tipo de lesiones traumáticas en la columna también lo pueden producir.
– Deformidades vertebrales. Los pacientes con aumento de la curvatura dorsal (hipercifosis y Scheuermann) pueden desarrollar síntomas de irritación una raíz nerviosa por la fatiga de la musculatura extensora dorsal. Son sensaciones molestas irradiadas por el trayecto del dermatoma del nivel afectado. En una escoliosis, puede haber daño de estas raíces ya sea a causa de la propia deformidad o tras una cirugía para corregirla.
– Herpes Zoster. Es una lesión vírica que se se produce en el nervio por lo que afecta al trayecto que tiene este. Es habitual que salgan lesiones en la piel en el trayecto de la inervación cutánea del nervio, es decir, el dermatoma correspondiente a esa raíz. También se produce un intenso dolor en esta zona al afectar a la parte del nervio que lleva la información del dolor.
– Tumores e infecciones. Cualquier lesión que ocupa espacio y comprime las estructuras nerviosas puede lesionar estas raíces nerviosas. Esto puede ser el caso de un tumor o una infección como es la tuberculosis. En el caso de un tumor o lesiones que afectan zona amplias los síntomas pueden ser mayores de lo contado anteriormente al verse afectados más niveles. En este caso es más probable ver alteraciones del sistema simpático o afectaciones significativas de la musculatura dorsal.
– Enfermedades que afectan a los nervios. Al ser estructuras nerviosas cualquier enfermedad que afecte a estas estructuras, como por ejemplo la diabetes, puede llegar a dar síntomas neurológicos en esta región.