
Un niño (me voy a referir en todo momento a niños más pequeños y a adolescentes en general) puede tener dolor de espalda, aunque no es tan frecuente como en la edad adulta. Hoy voy a hablar de forma general de las causas que pueden estar detrás de este niño con dolor.
1 – Para tranquilidad del lector, la gran mayoría de los dolores en el niño son musculoesqueléticos, mecánicos sin trascendencia ninguna. Es más, muchas de ellos no llegan a tener ningún diagnóstico porque son dolencias sin alteraciones de ningún tipo. Detrás de estas dolencias están los dolores musculares relacionados con los esfuerzos, posturas, deportes. Hay muchos debates como la mochila de los niños aunque no hay mucho acuerdo en cuanto a la importancia de estas cosas. En este grupo habría que incluir los problemas psicológicos como son la ansiedad y la depresión que darán dolores sin lesiones objetivas.
En ocasiones sí hay lesiones con más trascendencia, como es el caso de la espondilolisis que predispone a una listesis (hablo de esto de forma extensa en el post del enlace). Esta lesión es una fractura de una zona de la vértebra que es más débil en los niños. Es una lesión que puede venir tras una caída importante por ejemplo, o ser más sutil en relación con deportes intensos. Por este motivo es importante parar el deporte cuando un niño tiene dolor lumbar, aunque sea leve. Si se detectan a tiempo estas lesiones pueden curar y evitar que den problemas en el futuro.
Otra causa tratable que puede dejar dolores crónicos es la enfermedad de Scheüermann. Como comento más extensamente en el post del enlace, da dolores dorsales en el niño y puede ser corregido con un corsé. En algunos casos será necesario esta corrección y puede evitar dolores dorsales en la edad adulta.
La escoliosis es una causa muy discutida de dolor en la espalda. Hay defensores de que no tiene por qué doler con más frecuencia que una espalda sin deformidad. En la web he añadido una categoría con posts dedicados a ella que podéis encontrar en la barra lateral, e iré añadiendo más en el futuro. La escoliosis es una deformidad de la columna en la que hay un componente de rotación. Esto hace que los músculos de un lado de la curva estén más “sueltos” y los del otro lado más “tensos”. En mi experiencia esta asimetría genera mayores contracturas musculares de lo normal, y solo esto ya justificaría tener más dolores. Los dolores musculares se pueden mejorar con deportes que desarrollan la musculatura dorsal, como es el caso de la natación. También puede haber dolores de origen articular aunque son más frecuentes en la edad adulta.
La hernia discal, tan famosa en la edad adulta, es raro encontrarla en niños aunque puede ocurrir y ser una causa de dolor en la espalda.
2 – Hemos visto claramente lo más frecuente pero hay otro grupo de enfermedades que dan dolor de espalda y tienen un origen diferente. Voy a comentar las diferentes causas sin la intención de crear alarmismo ya que son causas raras y muchas veces más fáciles de diagnosticar por ser más graves.
– Malformaciones como el Arnold Chiari o los defectos del cierre del tubo neural como la espina bífida oculta que se asocian a problemas como la siringomielia, todos pueden dar problemas de dolor de espalda y en ocasiones agravarse con problemas neurológicos (en los enlaces podéis encontrar más información).
– Las infecciones en los discos o las vértebras dan síntomas llamativos de dolor y limitación, además de alteraciones en las analíticas. Es una causa rara de dolor en la espalda. En los niños más pequeños es más típica la discitis (infección en el disco). Los niños pequeños tienen mejores defensas contra este problema debido a que durante el crecimiento todavía llega sangre al disco al haber vasos sanguíneos en esta zona. Esto hace que muchas veces se curen incluso sin antibióticos. En los adolescentes es más frecuente la osteomielitis (infección del hueso). Hay otras zonas de infección como las articulaciones sacroiliacas o infección localizada en un músculo. Hay infecciones fuera de la espalda que pueden dar dolor en la columna. Una infección en el riñón o en el útero, por ejemplo, puede dar dolores lumbares. Normalmente los síntomas son más llamativos en todos estos casos y rápidamente se diferencian de un dolor mecánico como hablábamos al principio.
– Enfermedades reumáticas. Hay enfermedades en la infancia que provocan artritis en el niño. Este tipo de dolencias dan lo que llamamos un dolor inflamatorio. Típicamente duelen por la mañana y dan limitación de movilidad que mejora progresivamente según nos vamos poniendo en movimiento. Es importante detectarlas porque pueden responder muy bien a tratamiento poniendo el caso en manos de un reumatólogo.
– Tumores. Esta posibilidad nos aterra a todos pero afortunadamente son muy raros y la mayoría benignos. El tumor más frecuente en el niño es un tumor benigno llamado osteoma osteoide. El dolor típico de este tumor benigno es un dolor que va en aumento y que es peor por la noche y se pasa tomando una aspirina o un antiinflamatorio. Esto último es especialmente característico de este tumor. Con pruebas de imagen como el TAC y la resonancia magnética podemos salir de dudas y descartar la existencia de un tumor.
– Algunas enfermedades como las piedras en el riñón o en la vesícula y otros problemas viscerales pueden dar dolor de espalda. Lo menciono por curiosidad porque lo más probable es que el dolor de espalda no sea el síntoma que predomine y rara vez dan confusión, aunque nuestro médico siempre tiene que tener presente estas posibilidades.