
Tener un dolor en el glúteo puede significar muchas cosas diferentes y no siempre es fácil llegar a un diagnóstico claro. Un lector del blog me pidió si podía escribir acerca de esto por el debate que se había generado acerca del origen de su dolor. En concreto, me preguntaba cómo diferenciar si se debía a una hernia discal o una lesión en las sacroiliacas. La realidad es que hay más opciones. Vamos a ver las situaciones más típicas aunque todo se puede complicar.
El diagnóstico más habitual es la hernia discal. En los casos que hay un pinzamiento de la raíz nerviosa, solemos notar el dolor punzante en la zona glútea. Lo normal es que el dolor baje más, por detrás del muslo y notemos hormigueos por la pierna. Cuando hay este tipo de sensaciones también se plantea la posibilidad de un síndrome del piramidal. En la práctica es raro ver un dolor significativo debido a este síndrome y casi siempre hay una hernia involucrada. En ocasiones el dolor en el glúteo viene de la columna lumbar pero no se debe a una hernia. Las articulaciones posteriores de los segmentos más bajos (nivel L5-S1) pueden dar una irradiación por el glúteo. En estos casos la molestia suele ser más llevadera.
Las articulaciones sacroiliacas, como hemos visto en post anteriores, pueden producir un dolor inflamatorio (sacroileitis) o mecánico (lo que llamábamos disfunción de la articulación sacroiliaca). La sacroileitis tiene algunas características propias que la acaban por delatar. Al producir un dolor inflamatorio es típico que duela en reposo, sobre todo por la noche y que nos despierte. Puede alternarse el dolor de un glúteo a otro, lo que es bastante característico. También suele acompañarse de rigidez en la espalda ya que la sacroileitis suele producirse en el contexto de una espondilitis anquilosante. Cuando comienza a haber destrucción de la articulación lo veremos en las pruebas de imagen y se despejará toda duda.
En las lesiones mecánicas de la articulación sacroiliaca vamos a tener un dolor que puede semejarse al que proviene de la columna lumbar. La diferencia es que el dolor suele estar muy localizado en la región de la articulación sacroiliaca y es típico que duela al sentarnos sobre el lado afecto. Incluso al caminar dolerá con el apoyo de la pierna del lado afectado. Una mujer que ha estado embarazada puede desarrollar dolor en esta articulación por el efecto de las hormonas sobre los ligamentos durante el embarazo. En casos de dudas, una resonancia lumbar normal nos puede orientar que la causa está en las sacroiliacas.
Hay otra posibilidad en la que se piensa poco y que puede estar dando los problemas. Las lesiones de la articulación de la cadera en algunas ocasiones dan dolor en el glúteo. Los médicos asociamos las lesiones de cadera con el dolor en la zona inguinal pero en algunas ocasiones puede dar sólo dolor glúteo. Realizar una radiografía de la cadera puede sacarnos de dudas en algunas ocasiones. En personas con cierta edad pueden coincidir la artrosis de cadera con la artrosis en la columna lumbar. Al apreciar lesiones lumbares nos podemos confiar y echarle la culpa a esto. Si solo analizamos la zona lumbar podemos estar pasando por alto la verdadera causa del dolor.
Hemos hablado de síntomas y de pruebas de imagen pero muchas veces el diagnóstico queda claro cuando el especialista explora al paciente en la consulta. También hay pruebas o tratamientos invasivos que pueden confirmar el diagnóstico.
He contado los síntomas típicos y cómo se suelen ver en la consulta. Por desgracia no siempre es tan sencillo y todo se puede mezclar. Por ejemplo, una sacroileitis puede no comportarse como un dolor inflamatorio y simular un origen lumbar. En ocasiones las pruebas de imagen nos pueden confundir. Podemos tener un dolor que parece sacroiliaco y al hacer una resonancia magnética lumbar encontrarnos con una hernia L5-S1. Si la exploración física no era concluyente, nos podemos quedar con la duda. En este ejemplo se podría pinchar la articulación sacroiliaca para confirmar el diagnóstico pero puede no merecer la pena. La mayoría de los dolores mejorarán con un tratamiento con medicación y rehabilitación y si es así nos quedaremos con la duda diagnóstica.
Edelmiro Caballero says
me han operado el 4 de abril por cuarta vez de L4-L5. Esta última vez por desplazamiento de la caja intersomatica lumbar que me pusieron en la tercera operación que atrapó la raíz nerviosa del lado derecho(mi patología inicial era del otro lado del cual estoy perfectamente), No podía ni ponerme de pie. Ahora me molesta un poco el glúteo y la cara externa del gemelo aunque tengo que decir que siempre en las tres operaciones anteriores me dolía al principio y se quitó con el tiempo. Como lo ve usted, mejoraré y teniendo en cuenta que es la cuarta operación cuanto tardaré en recuperarme. Gracias
Dr. Serrano Sáenz de Tejada says
Hola Edelmiro, cada operación es un castigo para el cuerpo y cada vez cuesta más recuperarse. Por lo que cuentas te has recuperado bien anteriormente y no hay motivo para que no puedas conseguirlo otra vez. La recuperación es larga pero poco a poco irás estando mejor. Mucho ánimo, un saludo.
Edelmiro Caballero says
Muchas gracias doctor. Una pregunta mas. Como empiezo la rehabilitación?, en gimnasio, en piscina. Tras dos recidivas igual antes no lo hice bien. Cual sería el proceso, teniendo en cuenta lo que le conté de cuatro operaciones y dos años largos en el dique seco. Gracias
Dr. Serrano Sáenz de Tejada says
Hola Edelmiro, te recomiendo leer el post en el que hablo de qué hacer tras la cirugía (te dejo enlace). Si te han hecho una nueva artrodesis por fracaso de las anteriores, es recomendable llevar una vida tranquila los primeros 3 meses haciendo actividades suaves. Los ejercicios que hagas no deben forzar los movimientos a nivel de la zona operada. Esto se puede hacer con ejercicios sencillos en casa o en gimnasio. La piscina también es una opción. Lo importante es ir paso a paso y no forzar, sobre todo estos tres primeros meses. Un saludo.